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La Democracia no existe para los jóvenes. Eso no es verdad desde el punto de vista de los adultos que también son nuestros maestros y padres; pero para los más chicos, que nos pongan a votar sobrealgún tema de vez en cuando en el salón o en nuestras extra curriculares, no nos parece Democracia.
 
Democracia sería que pudiéramos opinar sobre nuestra educación, nuestra manera de vestir, proponernuestras ideas y puntos de vista, sabiendo que seremos respetados; que no nos juzgarán tontos sólo por ser jóvenes y no contar con mucha experiencia en casi nada.
 
Claro que tampoco esperamos quese haga al pie de la letra lo que a veces, tienen razón los adultos, son caprichos más propios de niños, que de personas que están aprendiendo a ser adultos. Lo que sí esperamos, es que nos dejenexponer las razones que para nosotros son válidas y que justifican la manera en que actuamos, sentimos y pensamos. Aclaro, no hace falta que estén de acuerdo, sólo que escuchen, porque de vez cuando yseguramente, más seguido de lo que creerían, encontrarían en nosotros puntos de vista alternativos a los suyos, que podrían funcionar mejor que algunos medio obsoletos que todavía conservan.
 
Siescuchan pueden reflexionar; si reflexionan pueden valorar, si valoran pueden respetar; si respetan pueden compartir; si comparten pueden adoptar y así, sólo así, los jóvenes estaremos participando de lasdecisiones que también tienen consecuencias para nosotros, como en una verdadera democracia, que incluye a todo el pueblo y la de la posibilidad de votar y ser votado.
 
Así también, quienes ahorasomos chicos aprenderemos a participar, a incluir a los demás, a tolerar y respetar no sólo a quienes piensen y vivan como nosotros, también a quienes son en todo diferentes, pero que no por ello dejande ser personas con dignidad y los mismos derechos que nosotros.
 
Dejarnos proponer, participar y tomarnos en cuenta, es no solo un ejercicio previo de las prácticas que luego se convertirán en...