Supervivencia o independencia novohispana en el pensamiento de fray melchor de talamantes
Páginas: 49 (12098 palabras)
Publicado: 26 de abril de 2011
Supervivencia o independencia novohispana en el pensamiento de fray Melchor de Talamantes
La coyuntura de 1808
Por Luis Armando Franco Ramos
Septiembre de 2009
La constitución histórica de la Nueva España implicaba, además de la prolongación de su propia existencia, la posibilidad (y por lo pronto sólo la posibilidad( de ese nuevo y distinto ente que sellamará México, y cuya actualización traería por necesaria consecuencia la extinción del otro. Y no otra posibilidad, en verdad, fue la que, en grado excelente de discernimiento, percibió esa sección ilustrada de la sociedad novohispana, y que, primero, con natural timidez y luego con la heroica osadía de una rebelión armada, acabó por actualizar. Tal es el sentido del movimiento de lainsurgencia y su final desenlace.
Edmundo O’Gorman[1]
La Península sin Braganzas ni Borbones
Corría el año de 1808 cuando Napoleón Bonaparte decidió invadir los reinos de Portugal y España. El emperador de Francia dejó momentáneamente su juego en Europa central en el año de 1807 y se concentró en darle un jaque a la península Ibérica para intentar una maniobra envolvente. Primero asestó un golpe alrey Braganza que estaba en Lisboa y después al rey Borbón que se encontraba en Madrid. Si su maniobra hubiera tenido éxito la Gran Bretaña se hubiera convertido en una potencia industrial sin acceso a los mercados europeos y americanos.
El reto por convertirse en la nueva potencia del orbe condujo a ingleses y franceses a entablar una disputa que repercutió más allá de las fronteras europeaspues trastocaron también las relaciones de poder de la América colonial, en poder sobre todo de portugueses y españoles, monarquías poco solventes ya al inicio del siglo XIX.
Esta guerra de “bloqueos y alianzas” tenía siempre aristas frágiles pues los acuerdos y desacuerdos se creaban y deshacían con demasiada celeridad, como lo aprecia Talamantes al referirse a la personalidad de NapoleónBonaparte en sus apuntes sobre el Congreso Nacional del Reino de Nueva España:
¿Qué no puede hacer la Francia o su pérfido tirano que sólo aspira al engrandecimiento de su familia? ¿No podrá en el tiempo mismo en el que nos hallamos dormidos hacer vivas instancias a los Estados Unidos para que nos declaren la guerra, u obligarlos al menos a firmar un tratado en el que se comprometan a noauxiliarnos jamás, y a que ayuden al desembarco de las tropas francesas, permitiéndoles el paso libre por su territorio? [ … ]
¿No podría igualmente terminar sus diferencias con Inglaterra de un modo satisfactorio a esta nación, o entretenerla con negociaciones las más lisonjeras mientras que se ocupa aquel usurpador en llevar a cabo su plan de conquista de las Américas? ¿Qué le importaría aInglaterra que estos países quedasen a disposición de la Francia, si por un tratado solemne se le permitiere en ellos el comercio, si se le dejase el dominio de los mares y la posesión tranquila de la India, y demás países que ha conquistado? La necesidad actual pude inducir al emperador francés a abrazar estos partidos, por ignominiosos que parezcan, y aun no es dudable, atendidos sus principios yconducta, que él buscará después arbitrios para declarar la guerra a la Gran Bretaña, faltando a lo convenido en los tratados: nosotros, entre tanto, seremos la víctima...[2]
Nuestro padre mercedario intuyó también que España podía caer en la trampa de los francesas al permitir el paso del ejército galo por sus dominios con la patraña de una alianza para atacar a Portugal y “repartirse”entre los dos reinos las posesiones lusitanas de América, situación que nunca se materializó, aunque Godoy sí lo creyó. La familia Borbón, eso sí, fue capturada y obligada a capitular a favor de José Bonaparte y esta maniobra incluía los dominios en América.
Por diferentes razones galos y británicos estaban poniendo a prueba al desgastado régimen monárquico europeo para convertirse en las...
La coyuntura de 1808
Por Luis Armando Franco Ramos
Septiembre de 2009
La constitución histórica de la Nueva España implicaba, además de la prolongación de su propia existencia, la posibilidad (y por lo pronto sólo la posibilidad( de ese nuevo y distinto ente que sellamará México, y cuya actualización traería por necesaria consecuencia la extinción del otro. Y no otra posibilidad, en verdad, fue la que, en grado excelente de discernimiento, percibió esa sección ilustrada de la sociedad novohispana, y que, primero, con natural timidez y luego con la heroica osadía de una rebelión armada, acabó por actualizar. Tal es el sentido del movimiento de lainsurgencia y su final desenlace.
Edmundo O’Gorman[1]
La Península sin Braganzas ni Borbones
Corría el año de 1808 cuando Napoleón Bonaparte decidió invadir los reinos de Portugal y España. El emperador de Francia dejó momentáneamente su juego en Europa central en el año de 1807 y se concentró en darle un jaque a la península Ibérica para intentar una maniobra envolvente. Primero asestó un golpe alrey Braganza que estaba en Lisboa y después al rey Borbón que se encontraba en Madrid. Si su maniobra hubiera tenido éxito la Gran Bretaña se hubiera convertido en una potencia industrial sin acceso a los mercados europeos y americanos.
El reto por convertirse en la nueva potencia del orbe condujo a ingleses y franceses a entablar una disputa que repercutió más allá de las fronteras europeaspues trastocaron también las relaciones de poder de la América colonial, en poder sobre todo de portugueses y españoles, monarquías poco solventes ya al inicio del siglo XIX.
Esta guerra de “bloqueos y alianzas” tenía siempre aristas frágiles pues los acuerdos y desacuerdos se creaban y deshacían con demasiada celeridad, como lo aprecia Talamantes al referirse a la personalidad de NapoleónBonaparte en sus apuntes sobre el Congreso Nacional del Reino de Nueva España:
¿Qué no puede hacer la Francia o su pérfido tirano que sólo aspira al engrandecimiento de su familia? ¿No podrá en el tiempo mismo en el que nos hallamos dormidos hacer vivas instancias a los Estados Unidos para que nos declaren la guerra, u obligarlos al menos a firmar un tratado en el que se comprometan a noauxiliarnos jamás, y a que ayuden al desembarco de las tropas francesas, permitiéndoles el paso libre por su territorio? [ … ]
¿No podría igualmente terminar sus diferencias con Inglaterra de un modo satisfactorio a esta nación, o entretenerla con negociaciones las más lisonjeras mientras que se ocupa aquel usurpador en llevar a cabo su plan de conquista de las Américas? ¿Qué le importaría aInglaterra que estos países quedasen a disposición de la Francia, si por un tratado solemne se le permitiere en ellos el comercio, si se le dejase el dominio de los mares y la posesión tranquila de la India, y demás países que ha conquistado? La necesidad actual pude inducir al emperador francés a abrazar estos partidos, por ignominiosos que parezcan, y aun no es dudable, atendidos sus principios yconducta, que él buscará después arbitrios para declarar la guerra a la Gran Bretaña, faltando a lo convenido en los tratados: nosotros, entre tanto, seremos la víctima...[2]
Nuestro padre mercedario intuyó también que España podía caer en la trampa de los francesas al permitir el paso del ejército galo por sus dominios con la patraña de una alianza para atacar a Portugal y “repartirse”entre los dos reinos las posesiones lusitanas de América, situación que nunca se materializó, aunque Godoy sí lo creyó. La familia Borbón, eso sí, fue capturada y obligada a capitular a favor de José Bonaparte y esta maniobra incluía los dominios en América.
Por diferentes razones galos y británicos estaban poniendo a prueba al desgastado régimen monárquico europeo para convertirse en las...
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