Surrealismo chileno
Pizarnik en su generación y la vigencia actual de su obra
Hemos visto la dificultad de ubicar a Alejandra Pizarnik dentro de una escuela literaria o un grupo determinado. Su poesía, de matiz sumamente individual y hermético rechaza todo encasillamiento. Sabemos que por edad y ciertas similitudes tangenciales debemos colocarla dentro de la generación de los años sesenta. Sinembargo, desde la perspectiva de hoy, y también desde este análisis que hemos emprendido, Pizarnik surge como una verdadera precursora de la poesía actual. Los nuevos poetas, aquellos que se acercan a los cuarenta años, ven en Pizarnik “a la viajera alucinada” que marcó nuevos rumbos, y que revela en su poesía características que la unen a la generación de los años ochenta. Si bien estas dosgeneraciones concuerdan en la gran efervescencia poética, en las numerosas revistas, en su surgimiento luego de épocas de opresión intelectual, las disidencias respecto del enfoque en ambos grupos son amplias. Pizarnik se adelantó a su época de diversas formas: esto es lo que lleva a esta generación a sentirse tan cerca de ella y también a practicar una lectura que puede explorar sus temas más genuinos.Veremos primero su ubicación dentro de la enorme producción literaria de los años sesenta, y luego los rasgos principales que la ubican dentro de la producción actual.
Un buen estudio del concepto de generación, válido para adaptarlo a nuestra tentativa, es el de Emir Rodríguez Monegal, en su libro José E. Rodó en el novecientos, donde el autor rastrea el concepto de generación a través de varioscríticos claves, como Julius Petersen, E. Ermatinger, José Ortega y Gasset, y Julián Marías. Para Monegal como para Ortega, la más plena realidad histórica es llevada por hombres que están en dos etapas distintas de la vida, cada una de 15 años: de 30 a 45 etapa de creación o gestación polémica. De 45 a 60, etapa de predominio y mando. Siempre hay dos generaciones actuando al mismo tiempo, conplenitud de actuación, sobre los mismos temas, y en torno a las mismas cosas, pero con distinto índice de edad, y por ello, con distinto sentido.1
Esta misma idea de ciclos que comprenden quince años es retomada por Julián Marías en El método histórico de las generaciones2 donde también cita a Ortega:
El sistema de vigencias en que la forma de la vida humana consiste, dura un períodoque casi coincide con los quince años. Una generación es una zona de quince años, durante la cual una cierta forma de vida fue vigente [...] La afinidad entre los miembros de una generación no procede tanto de ellos como de verse obligados a vivir en un mundo que tiene una forma determinada y única.
De allí también, que exista una coincidencia de predilecciones y rechazos de orden estético ytemático con ciertos escritores —u obras— que atestiguan la existencia de elementos en común. Justamente, hacia el año 60, surgen en Buenos Aires una serie de jóvenes poetas que confirman los presupuestos generacionales citados hasta aquí y veremos que ya se ha definido al grupo que integraba Alejandra Pizarnik como una generación. Ciertos críticos argentinos han reducido el ciclo de 15 años a l0. Esel caso de Arturo Cambours Ocampo3 y Antonio Requeni.4 Más tarde, otros escritores se unieron a esta opinión, entre otros César Fernández Moreno y Francisco Tomat-Guido. Por fin, el poeta Horacio Salas publica el libro Generación poética del 605 donde recoge documentos de la época adelantados en diversas revistas, para apoyar su punto de vista. En su estudio preliminar habla con detalles del climade aquellos años, de quiénes eran las fraternidades, los mitos del momento locales e importados, las promesas de grandes escritores. Hoy, estos nombres se confirman, algunos consagrados en la literatura argentina o mundial:
Estábamos descubriendo a J. P. Sartre, a Albert Camus, a los poetas españoles de la posguerra: Celaya, Otero, Hierro, a Paul Éluard, a Roberto Arlt, a Raúl...
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