SYLVIE
¿Porque la toma en tratamiento?
A la segunda consulta, la señora H viene sin su marido. El tono que adopta esta vez es completamente diferente; expresa sin rodeos sudeseo de no ver más a Sylvie: ya no puede escuchar sus aullidos, ya no puede llevar esa vida.
Profiere esta exclamación dolorosa: “Esto no puede durar más, es ella o yo”, una delas dos debe desaparecer. Se preocupa por saber si, durante el tratamiento, no podría tener a la niña junto a mí.
Pasado el momento de sorpresa, me sentí perpleja y molesta ante laexpresión de una violencia semejante en esa pareja madre e hija. Tuve dudas acerca de si tomar a mi cargo, al margen de toda institución, un caso tan pesado. Pero, por otraparte, no podría creer en el diagnostico de “gran atraso mental”, y la perspectiva de una “interacción de por vida” para esta niña trastornada me hacía mal. Me digo que es precisocomenzar de inmediato un trabajo, y dejar para mas adelante la tarea de encontrar una institución.
Algunos elementos me parecían de buen augurio: la madre tenía un lenguaje directofrente a su hija, sus pulsiones no estaban disfrazadas y, si bien su enfrentamiento era a veces intolerable, era preferible a lo no dicho. Esta relación me parecía mas cerca alo que Lacan llama el “odienamoramiento” que a una en la que predominaran las pulsiones de muerte. Hasta el momento en que la niña ingreso a un hospital de día en Paris, a lossiete años, y vivió con su abuela paterna, la señora H la acompaño regularmente todas las semanas, desde su lejana provincia, a la sesión. En primer yo recibía en presencia de laniña y la escuchaba desgranar sus quejas sin hacer ningún comentario: Sylvie era mala, una comediante, un carácter malo, no hacia mas que provocarla… un tirano… un déspota.
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