Té De Sábila

La verdad de las hallacas y el interminable sabor de las aceitunas.
El venezolano todavía conserva algunas de sus costumbres y por lo general aparecen todas de un solo golpe en navidad. La comidasiempre será motivo de guerra entre vecinos y de largas conversaciones familiares. "¿Probaste las hallacas de Carmen?", "¡Doña Esperanza perdió la sazón!", "Por ahí vino Zoila y dejó unas hallacas queestaban pálidas"; y por supuesto los hijos (especialmente los que ya tienen familia) extienden esta competencia y cargan con esa responsabilidad a sus madres: "¡Tienes que probar las de mi mamá! Tuvida se dividirá en un antes y después de probarlas!".

Todo esto pasa tan rápido que no nos da tiempo de analizar que es lo que en verdad pasa. Uno ve a quienes se dedican a esta labor preparándosemás o menos desde octubre, angustiados ya por conseguir los ingredientes y demás elementos que se necesitan para hacer una hallaca. Un ambiente de caos se respira en los hogares desde el momento que seacuerdan que la fecha está cercana hasta el día que se deciden hacerla. Si no es por las hojas que están muy caras, es por el pabilo que no sirve o porque la olla del guiso (que es la misma que hanusado toda la vida) no les sirve porque es muy pequeña.

Sumándole a esto, está la publicidad que uno mismo le hace a la mamá de uno con el tema de las hallacas, lo que les genera una presión social ylo que hace es aumentar la angustia de quienes se dedican a hacerlas. Llegado el día de elaboración, a uno no se le ocurre una idea mejor que hacer de eso una fiesta. Invitaciones van y vienen avecinos y familiares sin darse cuenta que la abuela están a punto de un colapso nervioso. Ella ve como todos beben y celebran mientras el guiso se cocina, los brazos se le cansan de amasar y el onoto se vaterminando.

Luego horas junto al fuego con las várices a punto de explotar y unos tragos a escondidas que se echó la abuela para liberar el estrés, uno hace la mayor contribución que es capaz...