Túneles 05 Espiral
Túneles 5
ESPIRAL
Traducción de Antonio-Prometeo Moya
Argentina – Chile – Colombia – España
Estados Unidos – México – Perú – Uruguay – Venezuela
Nota del editor inglés
Sí, ésta es realmente terrorífica. Cuando recibí el manuscrito, no estaba
seguro de que los seguidores de Túneles estuvieran preparados para conocer el
espeluznante secreto de los styx. Pero cuando vi que Rod seechaba a reír como un
demente, supe que había querido escribir la entrega más emocionante de una serie
ya de por sí asombrosa. Lo único que digo a los lectores es que tengan cuidado,
nada más.
Barry Cunningham, editor
The Chicken House
The freezing fog in mid-November
Downhill all the way, downhill all the way
How I wish the roads were straighter
Let’s panic later, let’s panic later
[La fríaniebla de mediados de noviembre
siempre colina abajo, siempre colina abajo
cuánto me gustaría que los caminos fuesen más rectos
ya tendremos miedo después, ya tendremos miedo después]
«Let’s panic later», del álbum 154 de Wire, 1979
Llega un momento en el que ya no llega ningún momento.
Libro de la proliferación, siglo XV
traducido del original rumano
PRIMERA PARTE
LA FASE
1
Buuum.
Apartedel ruido y del miedo a sufrir daños personales, lo más terrorífico de
una explosión es la fracción de segundo en la que el mundo se rompe. Es como si el
tejido del tiempo y el espacio se abriera por la mitad y cayeras por la grieta sin
saber lo que te espera al otro lado.
Cuando el coronel Bismarck recuperó el conocimiento, estaba tendido en el
suelo de mármol. Durante un momento fue incapaz demoverse, como si su propio
cuerpo se lo prohibiera. Como si su propio cuerpo supiese mejor que él lo que tenía
que hacer.
Aunque reinaba un silencio absoluto, al coronel ni siquiera le extrañó. No
tuvo sensación de alarma ni de urgencia. Levantó la mirada hacia el techo
destrozado en el que los blancos pedazos de yeso se balanceaban suavemente. Su
movimiento lo cautivó, adelante y atrás, adelante yatrás, como si estuvieran a
merced de la brisa. Aún lo hechizó más el espectáculo cuando uno de los trozos se
desprendió, cayendo a cámara lenta hacia el suelo que lo rodeaba.
Comenzó a recuperar la audición.
Distinguió un repiqueteo que le recordó a un pájaro carpintero.
—Vater —dijo, recordando las excursiones de caza que había hecho con su
padre en las selvas de Nueva Germania. A veces durabanhasta una semana;
dormían en una tienda de campaña y cobraban juntos las piezas.
Era un recuerdo reconfortante. Caído en medio de los escombros, el coronel
suspiró como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo. Volvió a oír el
repiqueteo, aún en la lejanía. No lo asoció con disparos de armas automáticas.
Entonces otra explosión sacudió el edificio Royal Mint. El coronel cerró los
ojos ante elrepentino fogonazo, cuyo fulgor era tan brillante como el sol de su
mundo en el centro de la Tierra.
La onda expansiva le pasó brutalmente por encima, robándole el aire de los
pulmones.
—Was ist...? —balbuceó el coronel, todavía en el suelo, mientras el cristal
pulverizado cruzaba la habitación como granizo y se estrellaba tintineando a su
alrededor, sobre el mármol pulido.
Fue entonces cuandose dio cuenta de que algo andaba mal. Todo empezó a
llenarse de un humo negro y asfixiante, incluso su cerebro parecía lleno de aquel
humo.
—Wie komme ich hierher? —se preguntó, esforzándose por comprender.
No tenía ni idea de cómo había llegado allí. El último recuerdo con claridad
suficiente para fiarse de él consistía en haber caído en una emboscada en Nueva
Germania. Recordaba haber sidocapturado por los styx, pero después de aquello
(lo cual le parecía extraño) sólo recordaba una luz morada. No, luces moradas,
muchas luces, brillando con tanta intensidad que incluso le nublaban la memoria.
Se acordaba vagamente del largo viaje a la corteza exterior, y luego de poco
más, hasta que se vio en un camión con un pelotón de soldados suyos, soldados
neogermanos. Los habían llevado a un...
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