Tabacos bermudez venezuela



Poniendo a Venezuela en el mapa
de los buenos fumadores:
Fábrica de Tabacos Bermúdez
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Eso del tabaco cubano para mí es un mito.
Hay tres, cuatro, cinco marcas muy buenas, pero las otras
treinta o cuarenta marcas son muy malas o mediocres.
Nosotros tenemos algunos tabacos que compiten con los buenos;
los distribuidores y fumadores de tabaco lo reflejan.
Miguel PatiñoPresidente
EL TABACO REPRESENTA UN PRODUCTO CURIOSO en los mercados mundiales actualmente. Si bien han crecido las aprensiones acerca del efecto de fumar sobre la salud, en un estamento de fumadores exigentes ha cobrado renovados bríos el consumo de tabacos -que no de cigarrillos- de calidad. Revistas especializadas dan fe de la opinión de respetados connaisseurs del buen fumar sobre lasexquisiteces de talo cual variante. Artistas conocidos -incluso mujeres- prestan su imagen publicitaria para exhibirse con un tabaco en la boca. Si bien este mercado ha sido dominado desde que se pueda recordar por tabacos cubanos, hasta el punto de que suele identificarse tabacos de calidad con 'habanos', de un tiempito para acá se están empezando a conocer unos tabacos cumaneses que, sin complejos

deninguna especie, empiezan a codearse con los mejores entre las preferencias de los consumidores. No en balde, Venezuela durante la Colonia fue importante proveedor de España (e, indirectamente de Europa) de buen tabaco. Faltaba, empero, la audacia y la decisión de Miguel Patiño para atreverse a producir los tabacos' añejados' que permitieran a Venezuela ocupar nuevamente un espacio codiciado en elmapa de los aficionados al buen fumar.
Se lleva en la sangre...
La Fábrica de Tabacos Bermúdez tuvo sus orígenes en la iniciativa de la abuela del hoy presidente de la empresa, Miguel Patiño. En ese entonces, en las primeras décadas del presente siglo, la carretera que va de Puerto La Cruz a Cumaná no existía y había que dar un vueltón por Monagas para llegar a la capital sucrense. Eso hizoprosperar el negocio del cabotaje y entre éstos, empezó a prosperar el envío de tabaco de la costa a Margarita. «El pescador por lo general siempre ha fumado -señala Miguel Patiño- y fuma tabaco que dura más, no el cigarrillo.» La abuela, de apellido Aranguren, se dedicó a fabricar tabaco para estos pescadores. «Ella coordinaba a un grupo de trabajadoras domésticas a domicilio», prosigue su nieto.«Hacían sus tabaquitos y se los vendían a mi abuela, quien les suministraba el material, o sea, la capa, el capote, la picadura, lo que necesitaran. Luego recibía el producto, lo anillaba y buscaba la forma de comercializarlo. Lo metía en un paquetico de celofán -cuando había celofán en Venezuela- y lo vendía a buen precio: dos centavos. Se llamaban 'media regalía'.»
En un principio, la empresa no sellamaba Fábrica de Tabacos Bermúdez. En tanto que producción doméstica coordinada por la abuela, tenía un nombre propio puesto por ella. «Yo no me acuerdo si le puso Aranguren o si le puso otro, pero la marca no era importante en esa época como lo es ahora.» La abuela tuvo ocho hijos, el menor de los cuales es el padre de Miguel Patiño, Crispín. Con el envejecimiento de la abuela, fue su hijo menorquien se interesó por mantener la producción tabacalera. «Tenía 14 años -señala Miguel Patiño- y en esa época las posibilidades de estudio, de adquirir una profesión o un oficio eran muy limitadas y en la provincia era todavía peor. Mi papá fue el que tuvo la vocación por esta cuestión del tabaco, porque no a todo el mundo le gusta esto. Esta vocación parece que uno la llevara en la sangre y encada generación ha habido uno solo que se ha destacado, que ha tenido la decisión de me

terse y continuar con lo que ha sido la tradición. Como digo yo, el emblema que nos ha distinguido a la familia Patiño toda la vida es la fábrica de tabacos.»
«Mi abuelo era Patiño y mi abuela Aranguren», prosigue Miguel Patiño. «Mi papá es Patiño Aranguren, y yo soy Miguel Patiño Rivas. Mi papá le dio...