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Esa noche no será feliz ni infeliz. La vida se le ha convertido ahora en una sucesión de indiferencias. Quizás algún día, si vuelve a caminar, pase un mes o dos juntos al mar y empiece a escribir lanovela que desde hace tiempo lleva en la cabeza.

Esa noche no será feliz ni infeliz. La vida se le ha convertido ahora en una sucesión de indiferencias. Quizás algún día, si vuelve a caminar,pase un mes o dos juntos al mar y empiece a escribir la novela que desde hace tiempo lleva en la cabeza.

Esa noche no será feliz ni infeliz. La vida se le ha convertido ahora en una sucesión deindiferencias. Quizás algún día, si vuelve a caminar, pase un mes o dos juntos al mar y empiece a escribir la novela que desde hace tiempo lleva en la cabeza.

Esa noche no será feliz ni infeliz. Lavida se le ha convertido ahora en una sucesión de indiferencias. Quizás algún día, si vuelve a caminar, pase un mes o dos juntos al mar y empiece a escribir la novela que desde hace tiempo lleva en lacabeza.

Esa noche no será feliz ni infeliz. La vida se le ha convertido ahora en una sucesión de indiferencias. Quizás algún día, si vuelve a caminar, pase un mes o dos juntos al mar y empiece aescribir la novela que desde hace tiempo lleva en la cabeza.
ESPACIADO DE PARRAFOS
Al alba se echaron a vuelo las campanas de las iglesias y los monasterios, que no son pocos en Génova, y desdeentonces no han dejado de repicar. Los gorriones, las palomas, los mirlos, los vencejos, asustados por el tañido indeterminable, no se atreven a posasrse en las torres y los campanarios.
Tampoco lasgaviotas, espantadas por el ajetreo, se atreven a acercarse al agua, y chillan feroces desde el aire.
Todos esos pájaros ruidosos revoloteando sobre la cuidad parecen haberse sumado a los festejos. De lastres sedes que tiene la Comuna, de las torres de las familias altas, de cada una de las cornisas y ventanas de la espléndida línea de fachadas blanquinegras de la Palazzatta, cuelgan tapices de oro...