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“Justicia y autoridad en la Teoría Política de
Hobbes”
M. Laura Eberhardt
Año: 2003
Institución: FLACSO
Introducción
Justicia y Autoridad son dos conceptos centrales en la Teoría Política de Hobbes y, aunque asumiendo contenidos diferentes, en la teoría política moderna en general.
Ahondar en dichos conceptos,asumiendo la problematicidad y politicidad de los mismos, constituye la inquietud inicial de este trabajo.
A partir de las escuetas, aunque no menos claras y concretas, definiciones que nuestro sistemático autor nos ofrece; pretendo ahondar en las mismas; las que, notoriamente, presentan un origen común en el Contrato fundacional del Estado.
Cuestiones como los distintos criterios de justicia(y de juez último), así como los alcances y fundamentos de la autoridad legítima; abren la puerta a interrogantes teóricos en cuyo fondo se dejan traslucir claras alternativas políticas. Detenerme en tales problemáticas a partir del abordaje directo del autor, pero sin descuidar las lecturas críticas que al respecto se han realizado, constituye mi principal objetivo en esta ocasión.Finalmente, pretendo retomar la lectura liberal-mercantilista macphersoniana sobre la teoría de Hobbes, evaluando sus aportes y limitaciones al esclarecimiento de la misma.
En síntesis, a partir de la indagación en dichos términos, procuro arribar a una comprensión más profunda de la filosofía política hobbesiana, de la cual constituyen, ciertamente, dos de sus principales ejes, pero evitando recaeren las ampliamente difundidas aunque ciertamente limitadas lecturas reduccionistas.
Justicia
Thomas Hobbes adopta una concepción de Justicia que consiste en “que los hombres cumplan los pactos que han celebrado”1. Es ésta su tercera ley de naturaleza, derivada de una segunda norma según la cual estamos obligados a transferir a otros, en la medidaen que los demás hagan lo mismo y en forma simultánea, aquellos derechos que, retenidos, perturban la paz de la humanidad2.
De este modo, el autor liga el criterio de lo que es justo e injusto a la observancia del primer Contrato fundacional del Estado, a partir del cual se constituye un Poder Soberano capaz de establecer la ley positiva y garantizar su vigencia. Contrariamente, en la condiciónnatural de los hombres, nada de lo que estos hagan puede ser injusto ya que no existen nociones tales como el derecho y la ilegalidad: donde no hay poder común, la ley no existe: donde no hay ley, no hay justicia”3.
Desde una postura “intersubjetivista”, Hobbes descarta la posibilidad de que justicia e injusticia puedan ser facultades propias del hombre individual. Las mismas son pensadas comoatributos del sujeto en sociedad y no de un individuo aislado en el mundo. Sin embargo, la vida en las sociedades humanas sólo estará asegurada cuando éstas sean, simultáneamente, civiles y políticas. Es decir, cuando los hombres reunidos se encuentren bajo un poder común capaz de contener las pasiones conducentes a la discordia: la competencia, la desconfianza y la gloria.
Sin un poder semejante,subsistirá un estado de guerra de todos contra todos en el cual la voluntad de luchar estará manifiesta de modo suficiente4. Es en este estado donde la concepción hobbesiana negativa de la naturaleza humana se evidenciará en todo su esplendor: una situación “natural” en la que la fuerza y el fraude constituirán las “virtudes” cardinales. Aquí no habrá lugar para la propiedad legítima sinoúnicamente para la posesión temporaria, respecto de aquellos bienes conquistados por la fuerza y solo en la medida en que logren ser salvaguardados del arrebato ajeno.
La idea de justicia sólo será posible entonces bajo un soberano capaz de mantener a raya los impulsos destructivos de los hombres, el cual surgirá como resultado (y no como parte contratante sujeta al acuerdo) de la mutua transferencia...
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