taita boves
Luis Alberto Lamata, Venezuela, 2010
Por Pablo Abraham
El reto era enorme. Siempre lo es cuando se trata de adaptar al cine historias provenientes de la literatura. Y ya sabemos los resultados: Grandes novelas se han estrellado en manos de cineastas inexpertos o caprichosos. Por el contrario, a veces, pequeñas historias se han transformado en clásicos del cine, superando inclusola obra original. Los caminos de la adaptación cinematográfica, en términos generales, son muy variados -para no cometer la exageración de decir que son infinitos- y el cine desde sus inicios ha bebido de esa fuente inagotable y maravillosa que es la literatura. El cine venezolano no ha escapado a ese impulso. Novelas, cuentos y hasta obras de teatro de autores nacionales o extranjeros, han sidollevadas, con mejores o peores resultados al cine.
Luis Alberto Lamata enfrentó el reto de adaptar "Boves, el Urogallo", emblemático libro de Francisco Herrera Luque, que no sólo narra un momento decisivo en la historia de Venezuela, más concretamente las luchas independentistas del siglo XIX, sino que lo hace enfocándose en la figura de José Tomás Boves, de origen asturiano, cuyas andanzasdejaron una estela de terror y destrucción a lo largo y ancho del país. Personaje fascinante por donde se le mire, es uno de los primeros caudillos de la historia venezolana, esa figura que a fuerza de carisma, poder de convocatoria y de convencimiento, se cree predestinado a liderar la salvación, la libertad, la igualdad y la justicia de sus seguidores o súbditos.
Esto último viene a colaciónporque el libro, escrito en los años setenta, leído hoy en día, mantiene una correlación con la particular situación que se vive en Venezuela, en la que la figura de Hugo Chávez puede ser vista -salvando las distancias, por supuesto-, como una especie de "Taita Boves" actualizado, sin que esto signifique aquello de "la historia se repite", puesto que la Venezuela de hoy no es la del siglo XIX, aunquelos que dirigen el país se empeñen en glorificar "ad infitum" la gesta de aquellos próceres.
Aunque la comparación pueda parecer imprudente -y hasta irrespetuosa para algunos-, todo esto es pertinente decirlo porque los objetivos de Lamata en Taita Boves, su sexto largometraje, apuntan a una decisiva y contundente descripción de lo que puede pasarle a un hombre empeñado en ejercer el poder yla crueldad, y de convertirse en el único líder, ofreciendo una clara referencia al momento actual, aunque no sea el mismo de hace doscientos años.
Los escollos a superar o dominar en la adaptación eran dos: lo histórico y lo biográfico. El Taita Boves de Lamata se desmarca del libro, en tanto que no pretende ser la recreación histórica de detallismo didáctico que si ofrecía claramente un filmcomo Miranda regresa (2008), la biografía sobre el precursor de la independencia venezolana dirigida por Lamata. La cinta advierte desde sus créditos de inicio que se trata de una "versión libre". Queda entonces lo biográfico y, en este sentido, Lamata sale bastante airoso, por cuanto evita la típica "biopic" al uso, esa que no aporta nada, más allá de la correcta recreación de la vida de unafigura determinada con sus pasiones, obsesiones y sus obras.
En Jericó (1990), el fray protagonista emprendía un viaje destinado a evangelizar a los indios y terminaba transformado en otro hombre; en Desnudo con naranjas (1995), el traslado de los protagonistas de un lado a otro era una manera de sobrevivir en un país en guerra. En Taita Boves, el desplazamiento no es exactamente físico -por lomenos no es sólo físico-, sino interior: es asistir a la transformación del protagonista en su desplazamiento hacia la maldad total, emprendida desde sus orígenes poco ilustres hasta su conversión en el verdadero demonio vengador y justiciero.
Lamata inicia su film con la muerte del Taita y una voz en off femenina va presentando los personajes más cercanos a él. A lo largo del film las voces de...
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