Taller de lengua
Listo
La diferencia más evidente entre la comunicación escrita y la comunicación oral consiste en la inevitable intervención en esta última de múltiplessignos de carácter no verbal pero de extraordinarias implicaciones comunicativas que casi siempre complementan, a veces matizan y en ocasiones pueden llegar a modificar extraordinariamente lasignificación del mensaje verbal. La gesticulación facial y el movimiento corporal surgen espontáneamente acompañando la expresión verbal seguimos el ritmo con el cuerpo, con los brazos y las manos, con lacabeza, incluso con los ojos, mediante el parpadeo...
Raramente pedimos la palabra de manera explícita, sino que solemos hacerlo con un gesto, a veces casi imperceptible, o simplemente con la mirada;mantenemos el turno o lo cedemos por el mismo procedimiento... Generalmente buscamos el contacto ocular con quienes pretendemos que nos escuchen y lo evitamos en las conversaciones incómodas, lo cualpuede ofender a nuestros interlocutores, porque con la orientación de la mirada decimos también quién nos interesa y quién no... Como profesores que somos, no se nos oculta la importancia de estoúltimo en los discursos públicos en general y en el académico en particular, aunque nos cueste evitar la tendencia a buscar con la mirada el asentimiento y la complicidad de aquellos alumnos que sabemos quesiguen con aprovechamiento nuestras explicaciones, olvidándonos a menudo de todos los demás.
Esta necesidad de movimiento asociada al habla, común al género humano, se manifiesta más o menosacusadamente en función de la idiosincrasia personal, del carácter más o menos inquieto del hablante, pero también de ciertos condicionantes culturales que recomiendan moderar la gesticulación, sobre todoen contextos formales -como el ámbito académico- en los que no se considera adecuada la expresividad sentimental. Sin embargo, no siempre es posible mantener un estricto control racional sobre...
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