taller de padres
Sin duda, uno de los desafíos más importantes en el camino de cómo aportar a la realización personal de quienes viven con alguna discapacidad intelectual, es ayudar a que ellos puedan construir referentes identitarios que les permitan tener conciencia básica sobre sí mismo y sobre los demás. Esto último, no sólo como una faceta propiade la construcción de su personalidad, sino básicamente como la posibilidad de que incorporen una distinción central que les permitirá generar conductas de respeto y autocuidado, tanto como aprender a respetar la integridad de los demás. No hay que soslayar el hecho que las personas con discapacidad intelectual son particularmente vulnerables a la trasgresión y el abuso e incluso más proclives airrespetar y vulnerar la intimidad de los demás.
Atender entonces a sus necesidades de aprendizaje sobre la sexualidad, constituye un factor protector pues disminuye la probabilidad de desarrollar conductas sexuales riesgosas.
Entendemos por sexualidad el conjunto de fenómenos emocionales y de conductas relacionados con el sexo, que marcan de forma decisiva al ser humano en todas las fases desu desarrollo.
Es un componente más de la personalidad del individuo, presente desde el nacimiento y, como tal, sujeto a un proceso dinámico que va desarrollándose a lo largo de la existencia de la persona atravesando por distintas etapas.
El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual (dirigido a la reproducción y al goce inmediato) como los diferentes aspectos de identidadcorporal-personal (sentirse hombre o mujer), de expectativas de rol social y de relación con los demás (del mismo o de diferente sexo).
Hasta tiempos recientes, las personas con retraso mental eran aisladas y ocultadas socialmente y, por supuesto, no se consideraba que tuvieran derechos afectivos y sexuales. Incluso hoy son muchas las personas que tienen actitudes y creencias contrarias a que se lesreconozcan derechos afectivos y sexuales. No es infrecuente que los padres tengan como ideal para sus hijos con retraso mental el que no se interesen por la sexualidad. De hecho, uno de los temores más reiterados es el miedo a que sea despertado su interés sexual. Sin embargo, son muchas las razones que justifican la necesidad de educación afectiva y sexual en estas personas:
Desde nuestro puntode vista, la capacidad sexual y afectiva del discapacitado mental no es esencialmente diferente a la de las demás personas, la dificultad radica en que puedan (o se les permita) vivenciarlas en sus propias circunstancias y en expresarla adecuadamente en función del grado de deficiencia. En última instancia, significaría que los llamados “normales” seamos capaces de dejarles expresar sus propiasinclinaciones sexuales personales con libertad, y no a través de manidas imposiciones según las propias convicciones de los adultos.
Razones que justifican la necesidad de educación afectiva y sexual en estas personas:
a.- En primer lugar, es necesario tener en cuenta que tienen las mismas necesidades interpersonales: vínculos afectivos incondicionales, red de relaciones sociales eintimidad corporal y sexual
b.- De hecho, a pesar de la frecuente negación y persecución de las manifestaciones sexuales de las personas con retraso mental, son muchas, de una u otra forma, las que ponen de manifiesto estas necesidades, incluida la de contacto corporal e intimidad sexual. Los padres y quienes trabajan con ellas nos ofrecen múltiples ejemplos de manifestaciones sexuales.
c.-Negar las manifestaciones e intereses sexuales, además de limitar las posibilidades de integración y normalización de estas personas, aumenta los riesgos comentados asociados a la actividad sexual.
d.- Las personas con retraso mental, de hecho, suelen expresar de forma particularmente explícita sus necesidades afectivas y sexuales, de forma que los padres, cuidadores y educadores suelen verse...
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