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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE CARMEN ÁLVAREZ ÁLVAREZ El diálogo como estrategia de educación en valores cívicos. Un estudio etnográfico en Primaria. 1. Introducción No cabe duda de que la escuela debe formar en valores cívicos, para la ciudadanía, pero la realidad nos enseña que esta cuestión frecuentemente se descuida. De hecho, cuando el profesorado no tiene un planteamiento explícito deeducación moral, queda relegada a un segundo plano tratándose sólo en circunstancias puntuales. ¿Cómo educar en valores en las aulas con carácter sistemático? Existen muchas respuestas a esta pregunta. La propuesta que hago en este estudio es que a través del diálogo entre todos los miembros del aula es posible abordar en profundidad los más diversos asuntos morales, al crear un clima de trabajo muy rico yreflexivo en el que se pueden abordar infinitas temáticas de educación en valores donde confluyan ideas previas sobre el tema, conocimientos académicos, experiencias, etc. 2. Marco teórico Algunos autores plantean que hablar de “educación en valores” es reiterativo, pues el propio término “educación” ya implica educar en valores. Es cierto que toda educación es en sí misma un valor, pero cuandoen las aulas no se trabaja la formación ciudadana con constancia no podemos decir que se esté trabajando la dimensión moral de la formación. Normalmente cuando se lleva a cabo esta asimilación se acaba por descuidar la educación en valores a favor de la educación instrumental. Como ha apuntado Fullat (1995), la educación siempre implica formación en valores; pero constatar esta obviedad contribuyecon frecuencia a descuidar lo segundo. Me he centrado en la Educación Primaria, por ser una etapa del desarrollo infantil esencial para construir la personalidad moral, en la que además se muestra suma curiosidad por entender la realidad. Lipman, Sharp y Oscanyan (1998, 81) señalan que “existe una noción equivocada de que los niños no tienen interés por las nociones filosóficas, sino que sólodesean divagar sobre trivialidades o dominar los hechos. Con demasiada frecuencia, los adultos asumen que los niños sólo sienten curiosidad cuando se trata de adquirir una información específica más que comprender las razones por las cuales las cosas son como son”. Pero educar en valores no es una tarea sencilla. Nuestra sociedad se vuelve cada día más compleja e incierta. Los cambios tecnológicos ycientíficos han aumentado en los últimos años, la globalización económica, política y mediática es un hecho notable, el neoliberalismo y la desregulación del mercado laboral asumen el discurso de la flexibilidad, la rentabilidad y la competitividad y lo imponen a gran número de ámbitos (entre ellos, el del sistema educativo), las

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relaciones humanas son difíciles y acaban siendosuperficiales en muchos casos, etc. Ante esta situación, la educación para el civismo se propone como meta la formación para el ejercicio autónomo y responsable de la ciudadanía, es decir, para actuar como sujetos libres y responsables en sociedad, que ejercitan sus derechos y cumplen con sus deberes con plena conciencia. El civismo, en democracia, debería entenderse como la ética laica que debería suscribirtodo ciudadano, como plantean Camps y Giner (1998). El diálogo como método o procedimiento de educación en valores puede posibilitar el desarrollo de esa ética de mínimos y tiene mucho interés, entre otras razones, por el carácter transversal que juega el lenguaje en la escuela. En todas las clases y asignaturas, ya sean de Infantil, Primaria, Secundaria o Universidad, se habla. La lenguaatraviesa el curriculum y está presente a lo largo de toda la escolaridad y todos los profesores son de algún modo docentes de lengua en el ámbito de su competencia curricular. De ahí la ventaja de partida de la metodología dialógica para trabajar la educación en valores en el aula. El problema es cuando en las clases apenas hay interacciones dialógicas porque la lógica escolar más asentada se impone...