Tapies
Recuerdo que empecé a descubrir y poco más tarde a tomar como referente la obra de Tápies en mi época de estudiante de Bellas Artes, allá por los años 60. Su pintura, que ya porentonces me parecía interesante por sus cualidades conceptuales, me sorprendía especialmente por su fuerte transgresión en los materiales utilizados (cemento, arpilleras, arena, objetos, etc.), Yo, quepor entonces todavía era un adolescente, me preguntaba sumido en la más absoluta ingenuidad, ¿como un pintor autodidacta había podido llegar tan lejos sin haber estudiado en Bellas Artes?. Era untiempo “remoto” en donde los cánones establecidos para el aprendizaje de las Bellas Artes partían, en muchos casos, de conceptos académicos basados en preceptos del siglo XIX.,
Han pasado los años yel trabajo de Tápies sigue teniendo la fuerza y la rotundidad que tenía entonces, es más, diría que visto ahora parece erigirse como maestro precursor de aquellos artistas que hacen del graffiti sumedio de expresión. Los elementos gráficos que inundan su obra, a modo de profundas cicatrices en muchos casos aplicados sobre el soporte textural de arena o cemento, nos remite a los tags, una “nueva”modalidad gestual de identificación personal que invaden los muros de cualquier calle en cualquier lugar del mundo.
La obra de Tápies, una vez superada la etapa de Dau al Set, aunque es calificadacomo informalismo matérico, no es abstracta. La iconografía, muchas veces inspirada en su pasión por la cultura Zen, va desde grafismos representando fragmentos de figuras humanas, pies, brazos,senos, etc. hasta símbolos religiosos, pasando por objetos de uso común. Su figuración, en su más libre expresión, se nos presenta como un campo abierto a la exploración visual donde el espectador tieneque presentarse libre de prejuicios y dispuesto a ser blanco de múltiples sensaciones emotivas. De simplificación cromática, pero donde la conjunción de los elementos formales y texturales se alían...
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