Tarea narcolimosnas
El Escandalo desatado en torno al presunto delito de lavado de dinero del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, constituye el mejor ejemplo del final del fuero mediático para el alto clero. Si el propio sucesor de Juan Jesús Posadas Ocampo pensó lavar su imagen al acelerar el debate sobre una investigación de la PGR en torno a una triangulación de fondosdel crimen organizado, lo que consiguió fue lo contrario. La pregunta que ronda en las notas desde el 11 de septiembre no es ¿por qué persiguen injustamente a un príncipe de la Iglesia?, sino ¿desde cuándo y cuántos jerarcas abandonaron los votos de honestidad? Basta con enumerar algunos elementos que confirman el fin del fuero mediático y se enlazan con el caso Sandoval Iñiguez.
Los secretos deconfesión fueron los mejor guardados en la relación entre el alto clero, la clase política y la prensa mexicana. A la autocensura que ordenaban las reglas del viejo presidencialismo le correspondió un fenómeno similar frente a la vida de los jerarcas religiosos. Los malos hábitos se sugerían, pero jamás se informaban, salvo excepciones notables como las de Manuel Buendía y su Red Privada
En mayode este año, a 10 años del asesinato de Posadas Ocampo, Sandoval se enfrascó en un debate con el ex procurador y ex secretario de Gobernación del ocaso salinista, Jorge Carpizo, sobre la hipótesis de la confusión en el crimen. El debate derivó en una especie de talk show entre lo que Carpizo llamó el "cuarteto infernal" (formado por el cardenal, su abogado José Antonio Ortega, el diputadoFernando Guzmán y la subprocuradora María de la Luz Lima Malvido) y el propio ex rector de la UNAM. Si bien Carpizo pecó en no pocas ocasiones de exceso escenográfico y no ha aclarado los propios cabos en la tesis del nintendo, logró sacar de la sacristía a sus contrincantes. Demostró la falta de solidez de los testimonios recabados por Sandoval para defender su tesis del complot gubernamental en elcrimen. En el informativo “En Contraste”, de Televisa, Carpizo acusó al cardenal y al empresario de Cd Juárez, José Ma Guardia, de tener nexos con el narcotráfico y de estar implicados en la triangulación de depósitos bancarios a paraísos fiscales. Ante Adela Micha y Leonado Kourchenko, Carpizo aseguró tener pruebas de que el cardenal y su abogado visitaron a narcotraficantes en la cárcel, entre ellosLa Rana, sicario de los Arellano Félix. ", dijo el ex procurador ese 23 de mayo de 2003.
Casi cuatro meses después, el debate revivió a través de una filtración periodística publicada en Reforma. Sandoval Iñiguez salió a hacer su propia campaña, junto con su abogado Ortega Sánchez. Con Ciro Gómez, en Radio Fórmula, y con Martín Espinosa, en Radio Red, el abogado se quejó del acoso de la PGR a lafamilia del cardenal. Con Pedro Ferriz, Sandoval expandió el espectro de su disputa. Acusó al abogado Froylán Díaz Martínez, quien metió la denuncia a la PGR, de pertenecer al bufete de Diego Fernández de Cevallos. Al conductor, el cardenal le afirmó que no hablaría con el jefe Diego porque "cuando una gente agarra caminos indebidos, no hay para qué". No tardo el panista en responder al cardenal.Precisó que el abogado no trabajaba con él, sino con Antonio Lozano, y que pertenece a otra parroquia en la misma diócesis. El talk show se volvió una especie de Ventaneando entre clérigos y abogados. Hasta Onésimo Cepeda salió al quite y otros obispos como Emilio Berlié. Sandoval siguió su propio guión: presentó ante la ONU una queja por supuestas violaciones a sus derechos humanos. El altocomisionado de la organización le respondió que debía agotar las instancias oficiales.
Sandoval abrió tantos frentes que él mismo se enredó y de paso el Gobierno Federal. Los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano han salido a defenderlo, pero no han insistido demasiado. Los propios conductores radiofónicos y columnistas le entraron al debate. En el gobierno de Fox los enredos salieron a...
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