Tarea para mañana

UNA NOVELA DIVERTIDA E INSTRUCTIVA

¡TAREA PARA MAÑANA!

Cuando Jorge se dirigía a la universidad, listo para empezar el tercer ciclo de su carrera sintió cierta nostalgia al pasar por la puerta de su colegio donde estudió secundaria. El ómnibus en el que viajaba demoraría aún unos cuarenta minutos antes de detenerse donde el bajaría para continuar con su meta, llegar a ser un profesional.En ese lapso de tiempo Jorge se quedó pensando y evocó sus recuerdos transportándose hasta llegar a su niñez, recordó entonces aquellos sucesos o singulares episodios de su joven vida hasta llegar al momento actual, entonces narró mentalmente para sí su historia personal.
Mi primer salón de clases.
Aún recuerdo el primer día que asistí a mis primeras clases para aprender a leer y escribir, antesde ingresar al colegio de primaria. Caminé con mi mamá por las calles de mi barrio, repasando con la vista las antiguas y despintadas casas de alrededor, luego de unas dos cuadras entramos a una quinta, que es lugar en donde hay varios mini departamentos de un solo piso e independientes que comparten una única puerta de entrada y salida a la calle, en la segunda puerta de la derecha se encontrabala “escuelita” de la profesora Hilda, quien nos esperaba con una gran sonrisa y nos invitó a pasar. Mi profesora Hilda era más alta que mi mamá, no era delgada pero tampoco muy gruesa, su tez clara y redonda resaltaba con el lápiz labial rojo que usaba, tenía el pelo oscuro con un peinado de moda que el viento difícilmente alborotaba y usaba un delantal a cuadros que combinaba el azul con elblanco y ocultaba su vestido, el cual era oscuro, era una persona que inspiraba confianza aún sin conocerla bien.
No recuerdo el rostro de ninguno de mis primeros compañeros de aula, pero si recuerdo que era un grupo máximo de diez niños, de entre cinco y seis años. Ese primer día de clases algunos de ellos se pusieron a llorar porque no querían que sus mamás los dejasen ahí, así que algunas mamás sequedaron, pero en mi caso le dije a mi mamá que podía irse y que regrese más tarde a recogerme, ante el asombro de mi profesora. Como era el primer día sólo contestamos algunas preguntas de la profesora Hilda y el resto de la clase nos la pasamos corriendo y comiendo las golosinas que la profesora nos invitaba y las bebidas que algunas mamás fueron a comprar. Yo pensaba que todos los días iban aser iguales, por lo tanto me sentía súper feliz. Sin embargo no fue así, pero aún así seguí asistiendo feliz a mi escuelita.
En los días siguientes las clases empezaban a las diez de la mañana y se prolongaban hasta las doce del medio día. Mi mamá me compró un cuaderno, un lápiz, colores, un borrador y una regla, los cuales guardó en una bolsa de tela que ella misma cosió, usando una camisa viejade mi papá. Al ingresar a nuestra aula nos sentábamos alrededor de una pequeña mesa rectangular en las pequeñas sillas que se encontraban a su lado. Normalmente la profesora Hilda empezaba sus clases haciéndonos rezar el “Padre Nuestro” y luego el “Ave María”, ante lo cual se esmeraba más porque era muy devota de la “Virgen María”, en una de las paredes pintada de color rosa colonial, en donderesaltaban las manchas de manos de los niños, había un gran retrato de la Virgen. Luego de las obligadas oraciones nuestra profesora Hilda nos preguntaba – Bien niños, ¿cómo han estado? – Luego de nuestras respuestas venía la siguiente, e inevitable, pregunta – ¿Hicieron la tarea que les dejé ayer?. – La mayoría asentíamos con la cabeza, pero insoslayablemente procedía a pedirnos nuestros cuadernos yprocedía a revisarlos, colocando una marca que asemejaba una carita feliz, si es que habíamos culminado la tarea y a continuación la profesora Hilda nos obsequiaba un caramelo. Sin embargo recuerdo que no sentía mucha satisfacción por la entrega del caramelo, más bien sentía satisfacción cuando en mi casa culminaba mi tarea y sentía mayor satisfacción cuando recibía las felicitaciones de mi...