Tarea
Este texto nos dice que en el tiempo de Adviento nos preparamos para revivir el nacimiento de Cristo Jesús en Belén y renovamos nuestra fe en su regreso glorioso al final de lostiempos. Benedicto XVI nos ha recordado que «adviento» no significa esperar algo que todavía no ha llegado. Esperamos a alguien que ha llegado ya, pero no del todo, no plenamente. Tenemos fe, peronecesitamos mucha más, para que el nombre de cristiano responda a la realidad de un vivir en Cristo. Es preciso volver al Bautismo, cuando Cristo vino a vivir en nuestra vida. Cristo era la vida de sanPablo, al extremo de que ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Esto, nos dice el Papa, es privilegio de todo aquel que acaba de bautizarse. Y es responsabilidad del bautizadoacoger esa misteriosa vida de Cristo incipiente y conducirla a plenitud.
«Por la fe, Cristo habita en nuestros corazones»
El Adviento nos prepara para revivir un nacimiento singular. No es elnacimiento de un niño más, sino de niño que tras la muerte resucitará. Por eso es la gran fiesta de la vida. Al resucitar, será glorificado, transformado de tal modo que podrá superar cualquier barrera,incluso la que media entre cualquier yo y el tú; y podrá vivir en mí, si yo me abro a Él.
Adviento significa la presencia comenzada de Dios mismo. Por eso nos recuerda dos cosas: primero, que lapresencia de Dios en el mundo ya ha comenzado, y que él ya está presente de una manera oculta; en segundo lugar, que esa presencia de Dios aún no es total, está en proceso de crecimiento y maduración.
SanBernardo lo dice admirablemente: conocemos tres venidas del Señor.
-En la primera, el Señor se manifestó en la tierra y vivió como uno más entre los hombres, revestido de la debilidad de la carne.Unos lo amaron, otros lo odiaron.
-En la última contemplarán todos la salvación que Dios nos envía y, mirarán a quien traspasaron (Jn 19, 27), en el esplendor de su gloria.
-La venida intermedia es...
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