Tarea
Noobstante, compartió la suerte de muchos dictadores: sobrevivió a su grandeza y murió en el exilio. Gobernó –muy a mi pesar- con un poder prácticamente despótico, pero fue gracias a él que México vivió suprimer y único periodo prolongado de gobierno formalmente establecido. Gobernó con mano de hierro, sí, pero sólo una mano así pudo haber impuesto respeto por el orden público y miedo a las autoridadesconstitucionales, tiempos -equiparables a los presentes- donde reinaba la anarquía, corrupción y masacre (¡Y cuánta falta hace una mano así hoy en día!).
Como ya lo he escrito, el General Díazes sin duda, el creador del México moderno, nos llevó a un estado de progreso que no superaba ningún país en la mal llamada “América Latina”, con él, se creó orden a partir del caos. En los 55 añosque pasaron desde la consumación de la independencia, a la primera vez que Don Porfirio Díaz asumió la presidencia de México en 1876, la historia política del país había sido turbulenta, sufrió unacrisis casi permanente (tanto como ahora), considerando las tensiones internas y la amenaza externa que imponían las ambiciones coloniales y territoriales europeas (España y Francia), la Doctrina Monroepor parte de Estados Unidos y la hambruna y hartazgo con el que se sostenían miles de familias, es casi un milagro que nuestro país sobreviviera como estado independiente.
Sin embargo no...
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