Tareas y Trbajos Adi
MARTA:
El tardo buey atado a la coyunda
la noche espera y la cerviz levanta,
y el que tiene el cuchillo a la garganta
en alguna esperanza el vivir funda.
Espera la bonanza aunque se hunda
la nave que en el mar bate y quebranta;
sálo el inferno causa pena tanta
porque de él la esperanza no redunda.
Es común este bien a losmortales,
pues quien más ha alcanzado, mas espera
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y a veces el que espera, al fin alcanza.
Mas a mí la esperanza de mis males
de tal modo me aflige y desespera
que no puedo esperar ni aun esperanza.
Sale doña LUCIA, hablando para sí
LUCIA:
Que no puedo esperar ni aun esperanza
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me dice la Fortuna, aunque inconstante.
Lloro unhermano muerto, y un amante
de su vida homicida y mi confianza.
Esperar vida a un muerto, ¿ quién lo alcanza ?
Esperar que en la ausencia sea constante
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Amor, es esperanza de ignorante;
que es huésped de la ausencia la mudanza.
Al homieida de mi hermano adoro.
¡ Ved si se iguala a mi tormento alguno,
pues amo aborreciendo juntamente !25
Dos muertos, aunque el uno vive, lloro;
que si la ausencia es muerte, todo es uno:
un muerto hermano y un amante ausente.
MARTA:
¿ Quién da materia a tus quejas
--que tantas formas--sin ver
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que sabe el temor poner
a las paredes orejas ?
LUCIA:
¿ Y por quién las tuyas son,
que de escuchar tus fatigas,
a llorarlas mías me obligas,
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hermana, a tu imitación ?
MARTA:
¿ Fáltame causa ? ¿ Es en vano
la pena que me ha afligido ?
¿ No he de llorar, si he perolido
todo el bien con un hermano ?
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LUCIA:
¿ Pues salgo del cuarto grado
de ese parentesco yo ?
¿ O acaso no se murió
para mí, que te ha pesado
de que le llore mal muerto45
cuando bien le quise vivo ?
MARTA:
¡ Qué diferente motivo
da llanto a tu desconcierto !
Todo, hermana, se me alcanza.
No dan tus ojos tributo
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a muertos, ni son de luto
lágrimas con esperanza;
porque ellas mesmas publican,
por más que lo has encubierto,
que doblando por un muerto,
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por otro vivo repican. Ya sé por quién es el llanto.
LUCIA:
Todos, sospecha el ladrón,
que son de su condición.
Ereslo tú; no me espanto
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que imagines disparates,
que ha tanto pasan por ti.
MARTA:
¿ Tan boba te parecí,
por más que encubrirte trates,
que jamás eché de ver
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lo que a don Felipe quieres ?
Siempre somos las mujeres --si lo pretendes saber--
mucho más largas de vista
que los hombres. Penetramos
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las almas cuando miramos
sin que el cuerpo lo resista.
A Eva crió después
Dios que Adán, y aunque postrera,
fue en ver la fruta primera,
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de tan costoso interes.
No pienses, doña Lucía,
que has de poder esconder
tu amor,porque soy mujer
y veo mucho.
LUCIA:
Hermana mía,
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¿ tiénesme por hombre a mí
o miro con cataratas ?
¡ Que por lince te retratas,
y a mí por topo ! Si a ti
te parece que penetras
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los corazones, también
creo yo que mis ojos ven
las más escondidas letras.
No culpes, hermana, al muerto; pues solamente es deudor
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don Felipe, el matador,
de ese llanto.
MARTA:
¡ Bien por cierto !
¿ Luego quise yo jamás
a don Felipe ?
LUCIA:
¡ Jesú !
¿ Querer ? ¡ Bonita eres tú !
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Hasle aborrecido más
que el tordo a las guindas. ¿ Eso
no es claro ? ¿ Eres tu mujer
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