Tareas
2. A continuación se presentan dos pruebas ICFES con sus respectivas respuestas (en color rojo). Sin necesidad de imprimir las pruebas, entrega en hojas de cuaderno cada respuesta con su respectiva argumentación, teniendo en cuenta el texto y prepara lasustentación correspondiente para examen argumentativo. Dicho examen se realizará en la fecha señalada en el primer punto y la entrega del trabajo será para el día lunes 17 de enero
DEL CULTO DE LOS LIBROS
El fuego, en una de las comedias de Bernard Shaw, amenaza la biblioteca de Alejandría; alguien exclama que arderá la memoria de la humanidad, y César le dice: "Déjala arder. Es una memoria deinfamias". El César histórico, en mi opinión, aprobaría o condenaría el dictamen que el autor le atribuye, pero no lo juzgaría, como nosotros, una broma sacrílega. La razón es clara: para los antiguos la palabra escrita no era otra cosa que un sucedáneo de la palabra oral.
Es fama que Pitágoras no escribió; Gomperz (Gríechische Denker, 1,3) defiende que obró así por tener más fe en la virtud dela instrucción hablada. De mayor fuerza que la mera abstención de Pitágoras es el testimonio inequívoco de Platón. Este, en el Timeo, afirmó: "Es dura tarea descubrir al hacedor y padre de este universo, y, una vez descubierto, es imposible declararlo a todos los hombres", y en el Fedro narra una fábula egipcia contra la escritura (cuyo hábito hace que la gente descuide el ejercicio de la memoria ydependa de símbolos), y dijo que los libros son como las figuras pintadas, "que parecen vivas, pero no contestan una palabra a las preguntas que les hacen". Para atenuar o eliminar este inconveniente imaginó el diálogo filosófico. El maestro elige al discípulo, pero el libro no elige a sus lectores, que pueden ser malvados o estúpidos; este recelo platónico perdura en las palabras de Clemente deAlejandría, hombre de cultura pagana: "Lo más prudente es no escribir sino aprender y enseñar de viva voz, porque lo escrito queda", y en éstas del mismo tratado: "Escribir en un libro todas las cosas es dejar una espada en manos de un niño", que derivan también de las evangélicas: "No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, porque no las huellen con los pies,y vuelvan y os despedacen". Esta sentencia es de Jesús, el mayor de los maestros orales, que una sola vez escribió unas palabras en la tierra y no las leyó ningún hombre (Juan, 8, 6).
Clemente Alejandrino escribió su recelo de la escritura a fines del siglo II; a finales del siglo IV se inició el proceso mental que, a la vuelta de muchas generaciones, culminaría en el predominio de la palabraescrita sobre la hablada, de la pluma sobre la voz. Un admirable azar ha querido que un escritor fijara el instante (apenas exagero al llamarlo instante) en que tuvo principio el vasto proceso. Cuenta San Agustín en el libro VI de Las Confesiones: "Cuando Ambrosio leía, pasaba la vista, sobre las páginas penetrando su alma, en el sentido, sin proferir una palabra ni mover la lengua..." San Agustínfue discípulo de San Ambrosio, obispo de Milán, hacia el año 384; trece años después en Numidia, redactó sus Confesiones y aún lo inquietaba aquel singular espectáculo: un hombre en una habitación, con un libro, leyendo sin articular palabras1.
Borges, Jorge Luís. Obras Completas JL Emecé, Barcelona, 1997. P 91.
1Los comentadores advierten que, en aquel tiempo, era costumbre leer en vozalta, para penetrar mejor el sentido, porque no había signos de puntuación, ni siquiera división de palabras, y leer en común, para moderar
o salvar los inconvenientes de la escasez de códices. El diálogo de Luciano de Samosata, Contra un ignorante comprador de libros, encierra un testimonio de esa costumbre del siglo II.
1. Para Borges es una broma sacrílega
A. el dictamen que...
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