Tareas
Este enfoque parte de la consideración del ser humano como agente causal de sus propias acciones. La motivación se interpreta como una actividad que, a menudo, semanifiesta de forma espontánea, sin necesidad de reducirse a mera reacción ante una situación estimular específica. Además, la conducta motivada se considera propositiva puesto que, en gran medida, sedesarrolla impulsada por planes, metas y objetivos.
Desde la perspectiva psicofisiológica, el concepto de motivación de Hebb (1955), definido como la tendencia de todo organismo a produciractividad organizada, y el conocimiento del sustrato neural del arousal, en torno a la formación reticular y los núcleos inespecíficos del tálamo, constituyen dos importantes apoyos para sostener laconcepción del ser humano como agente causal. La crítica posterior a la representación de la activación como un constructo unitario (Vila y Fernández, 1990) va a posibilitar la incorporación del enfoquesistémico, que toma en consideración tanto las estructuras neurales centrales y periféricas como el papel modulador de los componentes neuroendocrinos y, sobre todo, la serie de interacciones que seestablece entre dichos componentes. La identificación del sistema cerebral de la motivación, a partir de los hallazgos de Olds y Milner, permite inferir la existencia de un circuito neural, cuya funciónconsiste en regular el nivel de activación y proporcionar el impulso necesario para actuar en una determinada dirección (Suay, Salvador y González, 1996).
A diferencia de los planteamientosreactivos, la motivación humana en las teorías activadoras se caracteriza básicamente por las propiedades de espontaneidad y propositividad. La curiosidad, el afán exploratorio o el sentido deautodeterminación de la conducta son, en sí mismos, capaces de activación psicológica y el objetivo de tal actividad no consiste en restablecer la situación previa ni restaurar el equilibrio roto, sino guiar...
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