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LAS TABLAS, Los Santos. —Hoy se cumplen 148 años del natalicio del tres veces presidente de la República de Panamá, Belisario Porras Barahona, considerado el más grande istmeño del siglo XX por algunos historiadores.
Los biógrafos de Porras afirman que imitar su vida es una meta que deberían fijarse quienes aspiren a gobernar este país.
Este ilustre tableño nació el 28 de noviembre de 1856, enel año del Incidente de la Tajada de Sandía, y murió el 28 de agosto de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial y cuando los norteamericanos ya habían establecido un sinnúmero de bases militares en el territorio istmeño.
"Durante ese período, Porras Barahona nunca fue un convidado de piedra. Tuvo la virtud de saber integrarse socialmente, ser crítico y protagonista de un accidentado momentohistórico de nuestro istmo", señala Milciades Pinzón Rodríguez, sociólogo, en una de sus investigaciones sobre los aportes de Porras.
Según Pinzón, lo que se admira de Porras no solo es que haya sido tres veces presidente de la República, sino su humildad.
"Era un simple muchacho que en su infancia corría su caballo por los extensos llanos que rodeaban la entrada de la ciudad de Las Tablas, endirección hacia los terrenos que hoy ocupa el Centro Regional Universitario de Los Santos y que, igualmente, se bañaba en el charco que entonces llamaban El Rascador".

Roberto Urriola Porras observa un retrato del presidente Belisario Porras.
El joven tableño se recibió de abogado en una de las universidades más prestigiosas de Colombia, compartiendo el salón de clases con lo más granado de la sociedadbogotana. "Era el mismo párvulo –agrega– que desertó de clases porque una maestra le daba con un dedal en la cabeza, pero que tempranamente ya se había leído todos los libros que existían en la ciudad de Las Tablas, que a propósito, no eran muchos en aquella época".
Porras era un liberal por convicción, hombre que siempre abanderó los preceptos de la Revolución Francesa y que defendió sus ideasen tiempos de bonanza y en épocas preñadas de incertidumbre.
"Hay que valorar en él su valentía en la Guerra de los Mil Días. Su capacidad de hombre de letras cuando escribe El Orejano, Memorias de las Campañas del Istmo, La venta del Istmo y tantos otros textos que debemos a una pluma siempre fiel al país y su gente".
Agrega Pinzón que es el mismo Porras que humildemente pide perdón, luego dehaber solicitado la intervención norteamericana en los comicios de los años 20; el que se vuelve irónico, sarcástico y chistoso al escribir Trozos de Vida y el que baila tamborito y el punto como otro hombre más del pueblo.
Otra faceta de Porras.
"La vida de Porras es la visión que sobre él tuvo y sigue teniendo el pueblo panameño. Por ejemplo, cuando en nuestro país la gente quiere hacerreferencia a la necesidad de un hombre de principios o cuando siente que el Istmo carece de un presidente con proyección de estadista, siempre aflora a sus labios el nombre del hijo de Juana Gumersinda Barahona, como la figura paradigmática que debemos imitar".
Esto se debe, asegura Pinzón Rodríguez, a que don Belisario ejerció su liderazgo en la época en que era incipiente en Panamá el desarrollo delos medios de comunicación de masas.
En aquellos tiempos el liderazgo no era reconocido como el regalo gracioso e interesado de la televisión, sino el premio a la inteligencia, producto del compromiso con las mejores causas populares.
Las obras de Porras
La lista de sus ejecutorias es numerosa: códigos nacionales, carreteras, hospitales, telégrafos, escuelas, archivos nacionales, leyesambientales, promoción de la investiga- ción, denuncia de nuestra situación de protectorado, exposiciones internacionales, acueductos, ferrocarriles, muelles, plazas, puentes, la Lotería Nacional, el Registro Civil, registro de la propiedad, bibliotecas, urbanizaciones y otras.
Vida polémica
Han transcurrido 62 años de su muerte y 148 de su nacimiento y aún encontramos al panameño que alaba a Porras,...