Tareas

Continuidad de los parques

Datos de la obra: havia empezado a leer la novela unos dias antes. La abandono por negocios urgentes,volvio a arirla cuando regresaba en tren ala finca ;se dejaba interesar lentamente por la trama ,por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomouna cuestion de arparcerias, volvio al libro en tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles.arreyanado en su sillon faborito, de espaldas ala puerta quelo huviera molestado como una irritante posibilidad de intrucciones,dejo que su mano isquerda acariciara una y otra ves el terciopelo verde y se puso a leer los ultimoscapitulos. Su memoria retenia sin esfuerso los nombres y las imágenes de los protagonistas;la ilucion nobelesca lo gano casi en segida.gozaba del plaser casi perberso de irsedesgarjando linea a linea de lo que rrodiaba, y sentir la ves que su cavesa descansaba comoda mente en el tersiopelo del alto rrespaldo, que los cigarriyos seguían al alcanse de lamano, que mas alla de los bentalnes danzaba el aire del atardeser bajo los robles. Palabra a palabra, absorvido por la sordida disyunitaba de los eroes, dejandose ir haciaolas imágenes que se corsentaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del ultimo encuentro de la cabaña de monte. Primero entraba la mujer rencorosa; ahora llegaba elamante, lastimada la cara por el chicotaso de la rrama. Admirable mente restallaba ella la sangre con sus besos, pero el rechasaba las caricias, no havia vevido para repetir lasceremonias de una pasion secreta, protegidas por un mundo de hojas secas y senderos furtibos. El pual se entiviaba contra su pecho, y debajo latia la entidad de serpientes