tareas

CAPITULO VI
En la madrugada me despertaron las voces, me levante y por la alta ventana enrejada aventure una mirada sobre el campo, entonces salí al patio en donde el edificio me causo unaimpresión más penosa aun a la luz del día; sus dos terceras partes había perdido el techo y las parasitas crecían en los pisos desnivelados, solo estaba habitable el lado en que se encontraba la asistencia yla cocina.
La presencia de pensativa me resulto más agradable que nunca en aquel recinto desolado, Pensativa me salido con una de sus graves sonrisas, se informo de si no había pasado una nochedemasiado mal y me anuncio que Basilio deseaba ofrecerme “la mañana” Basilio visiblemente quería ser cordial, imperaba sobre los mozos no como un caporal si no un sargento y ellos lo obedecían sin chistar.Tres mujeres que hacían el servicio se desvivían por atenderme y comprendí que Basilio había dejado transparentar algo de peligro corrido por Pensativa y de mi galopada ante la crecida, Mariana lamás vieja había sufrido la amputación de la mano izquierda, Lucia la más joven, que amamantaba a su hijo, mostraba en la frente un trazo que sospeche había sido dejado por una bala.
-¿Es que ellastambién anduvieron en los combates?- Le pregunte a Pensativa.
-Ellas también- Repuso pensativa
El imaginarme a mi tía escondiendo en aquel venerable ropero de su alcoba al despavorido Secretario delAyuntamiento, me hizo prorrumpir en carcajadas
Después de una gran charla me note perplejo y un poco molesto y me dije que resueltamente el ambiente del Plan de los Tordos, solo Pensativa sabia conservarsu gracia melancolía y la admire en su sacrificio, ella comprendió mis pensamientos y levantándose sin violencia termino la conversación, decidí partir a medí mañana, mientras llegaba la horaacompañaba a Pensativa a visitar la hacienda, todo estaba devastado, capilla había perdido la bóveda, los corrales y los trojes caían en ruinas, el horno estaba cubierto de maleza y las bardas se había...