tareas


Había empezado la hora de descanso y todos salieron dejando vacío el salón, yo era la única que me quedaba sola en el aula sentada en mi butaca, mirando por la ventana a los alumnos del instituto, todos eran felices, bueno eso creo, ya que siempre los veía reír. En ese momento sentí que alguien me miraba, tenía miedo de que vinieran a buscarme problemas, giré la mirada a hacía donde sentíaaquella sensación y era Nathaniel, me miraba desde el comienzo de la puerta con una sonrisa.
–Aria, ¿por qué sigues aquí? –preguntó acercándose a mí, tomó una silla que estaba a lado mío y se sentó en ella mirándome de frente.
–¡Eres demasiado hermosa! –tan rápido como pudo apartó sus ojos de mí y se ruborizó. Era la primera vez que el dividía de mí su mirada.
–Me aterraba que no tedieras cuenta –le contesté orgullosamente. Se giró hacia mí y me miró con un gesto de indiferencia, a lo mejor esperaba que le dijera , sé que eso era lo más adecuado, pero yo no soy como las chicas que agradecen a algún gesto amable de un chico y luego caer en su trampa.
–Y además de hermosa, eres graciosa –empezó a reírse a carcajadas de nuevo, me daba la impresión que sólo se burlaba de mí.–Gracias… –murmuré echando la mirada a la ventana.
–¡De nada! –cerró sus ojos y me regaló una sonrisa.
–No hablo de tus cumplidos –aclaré e intenté no ponerme roja–. Gracias por ayudarme a llegar temprano, y gracias por defenderme de aquellas chicas.
Pasó su mano por mi cabeza frotando de un lado a otro.
–Lo hice porque tú no te mereces ese trato, y además tu madre no merece máspreocupaciones ¿no es así?
Sin decir nada y con un gesto amble retiré su mano de mi cabeza y sonreí.
–¡Quédate así! justo eso es lo que he buscado desde hace tiempo. –Puso sus dos manos en mis mejillas y se acercó a mí tanto que creía que me besaría
–¿Qué, qué es?–le pregunté tratando de disimular mis nervios–¿qué es lo que buscabas?
–Una sonrisa verdadera. Una sonrisa real–se siguióacercando hacia mí, sus ojos grises no dejaban de mirar mis labios. Sé acercó tanto que ya sentía sus labios en mi, pero solo estábamos a cinco centímetros de distancia.
–¿Puedo tocarlos?–me preguntó, sin despegar su mirada de ellos.
¿Qué clase de persona pregunta eso? Siempre escuché sobre el sentimiento del primer beso, pero jamás lo he sentido. Cayó la primera gota de sudor por mi nuca,cerré fuertemente mis ojos y empuñé mis manos, traté de aflojar mis labios lo más que pudiera pero a la vez los quería endurecer. En verdad deseba sentir mi primer beso, quería experimentar ese hermoso sentimiento del cual todos hablan. Sentí como un dedo tocaba tiernamente mis labios de un lado al otro. –Son perfectos, son demasiado suaves–. Abrí mis ojos, y miré como Nathaniel seguía observando mislabios y con su dedo pulgar le daba un suave masaje de un lado al otro.
–Profesor, ¿qué es lo que hace?–sus ojos cambiaron de dirección mirándome a mi fijamente. De pronto sentí una calidez tan agradable en mis labios, y hasta pude oír claramente el fuerte latido de mi corazón. Aun sentía las manos de el en mis mejillas, lo tenía tan cerca, mis ojos estaban abiertos de par en par y después de unoslargos segundos el se fue alejando de mi, fue ahí donde sentí sus labios despegándose lentamente de los míos.
–No me atreveré a disculparme por el beso–dijo sonrojándose y cubriendo su boca con sus manos–a fin de cuentas tú fuiste la culpable.
No podía parpadear ni hablar, era como sí después de su beso me hubiera robado todo el aire. El timbre del instituto sonó y el rápidamente se fue a susilla esperando a los alumnos, para seguir las clases.
Después volví a mis cinco sentidos. ¿Cómo pudo ser capaz de besar a su alumna? Posiblemente esta confundido, no se dio cuenta de lo que hizo hasta que sintió mis labios chocar con los de el, o ha de pensar que se puede aprovechar de mi solo porque le sonreí. ¡Sí! Hice mal al sonreírle, pero extrañamente me agrada sonreír cuando él esta...