Tareas :)
Crónica
Raquel se comporta como la madre más tierna. Toma a la pequeña Cecilia en sus manos y la besa. Lo hace mientras posa para Crónica mostrando sucreación. Y la sigue besando después, cuando se la pasa de un brazo al otro. Con más de tres kilos, el bebé de ojos claros se hace notar. «Es mi preferida», se sincera la navarra RaquelIrigoyen en tono maternal. La prueba es que le puso el nombre de su propia madre (de la abuela, para entendernos). «Perdí a mi hija hace unos años, y encontré consuelo en losmuñecos reborn como distracción, no como terapia... Pero sí que una clienta en esas mismas circunstancias adoptó uno de mis muñecos reborn y acabó en el psicólogo. Casi se vuelveloca».
Raquel, de 38 años, es una de las decenas de mujeres en España que se dedican al arte del reborn (en castellano, renacer o renacido). Se denomina así porque modifican o creanmuñecos de vinilo hasta darles el aspecto de un bebé real. Tan real que en esta controvertida comunidad hablan de adoptar y no de comprar; de guardería y no de tienda online... Tanreal que un policía australiano reventó la puerta de un coche porque pensó que el reborn que había dentro, sentado en un cochecito homologado, con ropa como la de cualquier otrobebé, era de carne y hueso.
El resultado es impactante, cuando no inquietante. Es sólo un juego: muñecos hiperrealistas para adultos, aducen los reborners. Pero el hobby, alparecer, tiene doble filo. También hay gente que se abre contigo, mujeres que no puede tener hijos, con depresión o con síndrome del nido vacío. Otras los quieren para terapias deAlzheimer o autismo. Pero prefiero no personalizar, no explicar sus historias. Traicionaría su confianza», añade esta madrileña de 36 años, madre de un niño -biológico- de 12.
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