Tareas
Una casa extraordinaria
Habíamos pateado su casa de abajo a arriba. En ese momento estábamos de pie, en medio de un cuarto que, una vez terminado, debía de servir como lugar de trabajo del anfitrión.
-¿Cómo te va en tu nueva casa?.
-Mira, yo soy una persona que se ensimisma con facilidad. Vivo obsesionado por mi música. Como siempre estoy en casa haciendo tareas cotidianas ytrabajando, en ocasiones olvido lo que tengo que hacer, a donde tengo que ir. Me ha pasado toda la vida en todos los lugares donde he vivido. Desde que estoy en esta casa, eso ya no me ocurre. Cuando me ausento es ella la que me sacude, llevándome a donde debo de ir. Esta casa me lo indica todo. Me empuja suavemente. Me lleva. Y la angustia de mis indecisiones desaparece. Aquí siempre estoy donde tengoque estar.
-Podría ser que la casa, en vez de conducirte, invente las situaciones, fabrique tu voluntad.
-Podría ser, pero eso yo no lo noto. Sólo ocurre que mis deseos de hacer coinciden con lo que puedo o debo hacer en el lugar en que estoy en cada instante.
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Más tarde pensé que había visitado la primera casa que insinúa y conduce. La primera casa que habla a su morador. Cuando se lo dije aDanilo, se sorprendió.
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10
El arquitecto ciego
1
El primer relato (enero de 2002)
Cuenta Danilo que recibió la herencia de terminar una casa empezada por el arquitecto M. Parra. El encargo-heredad se produjo tras la muerte del maestro, por su expreso deseo, después de que visitara, estando ya ciego, la casa donde vive Danilo. Porque Parra se quedó ciego cuando todavía teníacosas que hacer y, aún sin visión, nunca dejó de trabajar.
Por alguna razón, Parra quiso conocer la casa de Danilo. Y la exploró manoseándola, tocando todos sus elementos perimetrales interiores con extremada delicadeza, siguiendo diversas trayectorias que le hacían estirarse o agacharse y andar inclinado de acá para allá acariciando el suelo. Después de este examen, Parra quedó convencido de queaquello que había tocado poseía cualidades dignas de admiración. Más tarde, consecuente con este reconocimiento, señaló a Danilo como el arquitecto que podía terminar las obras que habrían de interrumpirse por causa de su muerte.
Parra, ya ciego, proyectaba modelando con sus manos sus propuestas, que luego dirigía indicativamente ayudado por las apreciaciones visuales que le relataba su mujer.Los proyectos de Parra ciego son maquetas y dibujos peculiares en los que las manos juegan el singular papel de exploradoras y determinadoras de los vacíos y sus envolventes. Al parecer las maquetas de Parra son cáscaras, cuencos vacíos resueltos con alambres y barro. Y los dibujos son gruesos trazos que determinan los límites de ciertas peculiares oquedades.
Hay que imaginar aquí las manosactuando, primero en la amplitud del aire o en la superficie cálida y extensa del papel, inventando movimientos que tantean contenidos virtuales, marcando huellas inverosímiles en el vacío. Hay que imaginar la repetición de esos movimientos hasta convertirse en esquemas estructurados, memorizables y a escala. Y luego, cabe imaginar las manos, transformadas en superficialidad, delimitando los bordesdonde han de ser albergados los esquemas vacíos alcanzados, haciendo otro tipo de movimientos, investidas ahora de tacto que acaricia la materia de la construcción.
El caso Parra, arquitecto al que se le cerraron los ojos, ilustra la transferencia a las manos de la facultad de ver y certifica la capacidad de la gesticulación movimental como herramienta para la configuración espacial.
2Puntualización (junio, 2002)
Me llamó Danilo para decirme que mi relato del maestro Parra ha sentado mal a sus allegados. Que no se quedó ciego del todo, que tenía un gran porte y es absurdo que se arrastrara, que siempre hizo planos muy precisos y que sólo realizó, en toda su vida, una sola maqueta. Estaba abrumado, como si se sintiera responsable de las imprecisiones de mi narración.
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Hace...
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