Tareas
Page1
Suelen los que de sus tierras ausentes se hallan considerar de qué cosa aquel lugar donde
parten mayor inopia o falta padezca, para con la tal servir alos conterráneos, de quien en algún
tiempo beneficio recibido tienen y, viendo que legítima obligación a investigar lo semejante me
compelía para pagar las muchas mercedes de vuestralibre liberalidad recibidas, asaz veces
retraído en mi cámara, acostado sobre mi propia mano, echando mis sentidos por ventores y mi
juicio a volar, me venía a la memoria, no sólo lanecesidad que nuestra común patria tiene de la
presente obra, por la muchedumbre de galanes y enamorados mancebos que posee, pero aun en
particular vuestra misma persona, cuya juventud de amorser presa se me representa haber visto
y de él cruelmente lastimada, a causa de le faltar defensivas armas para resistir sus fuegos, las
cuales hallé esculpidas en estos papeles; nofabricadas en las grandes herrerías de Milán, mas en
los claros ingenios de doctos varones castellanos formadas. Y como mirase su primor, sutil
artificio, su fuerte y claro metal, su modoy manera de labor, su estilo elegante, jamás en nuestra
castellana lengua visto ni oído, leílo tres o cuatro veces. Y tantas cuantas más lo leía, tanta más
necesidad me ponía dereleerlo, y tanto más me agradaba, y en su proceso nuevas sentencias
sentía. Vi, no sólo ser dulce en su principal historia, o ficción toda junta; pero aun de algunas sus
particularidadessalían deleitables fontecicas de filosofía, de otros agradables donaires, de otros
avisos y consejos contra lisonjeros y malos sirvientes, y falsas mujeres hechiceras. Vi que no
tenía su firmadel autor, el cual, según algunos dicen, fue Juan de Mena, y según otros, Rodrigo
Cota; pero quien quiere que fuese, es digno de recordable memoria por la sutil invención, por la
Regístrate para leer el documento completo.