Tatis
Cerré la puerta de mi departamento y me
dirigí al ascensor. Iba a llamarlo cuando un personaje
rerísimo ocupó toda mi atención. Era tan alto que yo
debí haber comprendidoque lo soñaba.
Aumentaba su estatura un bonete cónico.
Su rostro (que nunca vi de perfil) tenía algo de tártaro
o de lo que yo imagino que es tártaro y terminaba
en una barba negra, quetambién era cónica.
Los ojos me miraban burlonamente.
Usaba un largo sobretodo negro y lustroso,
lleno de grandes discos blancos. Casi tocaba el suelo.
Acaso sospechando que soñaba, meatreví a
preguntarle no sé en que idioma por qué vestía de
esa manera. Me sonrió con sorna y se desabrochó
el sobretodo. Vi que debajo había un largo traje enterizo
del mismo material y conlos mismos discos blancos,
y supe (como se saben las cosas en los sueños)
que debajo había otro.
En aquel preciso momento sentí el
inconfundible sabor de la pesadilla y me desperté
Unapesadilla
Cerré la puerta de mi departamento y me
dirigí al ascensor. Iba a llamarlo cuando un personaje
rerísimo ocupó toda mi atención. Era tan alto que yo
debí haber comprendido que losoñaba.
Aumentaba su estatura un bonete cónico.
Su rostro (que nunca vi de perfil) tenía algo de tártaro
o de lo que yo imagino que es tártaro y terminaba
en una barba negra, que tambiénera cónica.
Los ojos me miraban burlonamente.
Usaba un largo sobretodo negro y lustroso,
lleno de grandes discos blancos. Casi tocaba el suelo.
Acaso sospechando que soñaba, me atreví apreguntarle no sé en que idioma por qué vestía de
esa manera. Me sonrió con sorna y se desabrochó
el sobretodo. Vi que debajo había un largo traje enterizo
del mismo material y con losmismos discos blancos,
y supe (como se saben las cosas en los sueños)
que debajo había otro.
En aquel preciso momento sentí el
inconfundible sabor de la pesadilla y me desperté
Beppo...
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