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Allá por los años 80, Guadalupe, un pequeño pueblo ubicado en el valle del rio suaza al sur del departamento del Huila, gozaba del auge económico originado por las ventasde café, frijol, tabaco y cacao, productos propios de la región. Por ese entonces el alcalde de turno era el señor Jorge Puyo Salamanca, quien con grandes esfuerzos logró construir el alcantarilladoen el casco urbano y las carreteras a las principales veredas del municipio como la vía “cachimbal” que aun hoy se utiliza como vía alterna para llegar a Florencia, en el departamento del Caquetá;entre las veredas más importantes a las cuales se les construyó carretera y una escuela acorde a las necesidades de los habitantes. Está el desaparecido caserío de “el alto”, esta vereda era una de lasmás grandes del municipio, era uno de los ejes prioritarios de la economía del pueblo. Pero nadie en esa época tan siquiera podría haberse imaginado lo que ocurriría, casos extraños de lepra comenzó apadecerse entre las familias del caserío, dejando decenas de víctimas mortales. Como una cacería macabra que pretendía acabar con aquella comunidad, cuenta Don Guillermo Martínez, albañil oriundo delmunicipio, que en cuestión de meses la mitad de las familias del alto había muerto & por razones de salubridad fueron enterradas en la misma vereda y no en el cementerio del municipio; Con voz firmeacentuó. “Pero lo que acabó con la vereda mijo, fue que cuando comenzaron a enterrar la gente que se moría de lepra, el nacedero de agua de la vereda se fue secando poco a poco y pues es lógico quedonde no hay agua no se puede vivir”. Nadie sabe a ciencia cierta cuantas personas murieron y fueron enterradas en esos terrenos.
Guadalupe, Huila 1973. Archivo fotográfico casa de la cultura.
Al díade hoy de la vereda más pujante del municipio, sólo quedan algunas casas de aspecto embrujado y olvidado por el tiempo, y de aquella quebrada que se secó, únicamente queda un pequeño arrollo que...
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