Teatro Latinoamericano

1- a)
En “La modernización conservadora y el pensamiento intelectual” Nicolás Casullo sostiene que en la actualidad la “política clásica” se ve enfrentada a la política de los medios de comunicación, con pocas posibilidades de hacerle frente adecuadamente. Esta política clásica inmersa en una sociedad manejada por mundos mediáticos, donde lo mercantil y la autoconservación opera hegemónicamentecomo significación a priori, debe lidiar con sus propias identidades y metamorfosis.
Es en este momento donde se necesita; según Jorge Dotti en “Sobre los tiempos que corren”, un Estado que regule esta ficcionalización de la realidad. Lo político, dice Dotti, se anula en esta condición posmoderna por la cual se irradia el sentido que informa semánticamente las redes simbólicas y conceptualesde convivencia.
Tanto Casullo como Dotti piensan que en esta época, donde los grupos de poder monopolizan las formas de realidad-ficción y deciden que está bien y que está mal, la política se está retirando de los sujetos y los sujetos colectivamente se van alejando de la política. Y es ahí, donde el egoísmo juega su papel principal para lograr la libertad. “Un egoísmo sano por naturaleza,distorsionado sólo por instituciones arbitrariamente tutelares, perfectible por la fuerza pedagógica del intercambio y, sobre todo, identificable sin residuos con la esfera de la privacidad”. Es a partir de este estímulo al bien individual y a través de un antivoluntaristo comunal, los hombres encauzan progresivamente sus conductas en el sistema más adecuado para satisfacer la generalizada pulsiónutilitaria. Es por eso que el hombre prefiere quedarse en su casa frente a un televisor o leyendo el diario, donde la realidad se muestra por sí sola, donde la fragmentación y el collage son el terrero seguro por donde pisar, dejando que los grupos de poder legitimisen la ficción. La política de los senadores, diputados y ministros ya no conforma un imaginario, un sentido de las cosas, ya nosatisface esa necesidad de libertad. Es inevitable preguntarse si el hombre posmoderno es libre. Pero “Esa… es otra historia…”
Es justo decir que lo político relacionado a la filosofía, tal como lo expresa Dotti, conllevo siempre la ficcionalización de una instancia trascendente desde la cual reflexionar y enjuiciar. Sin embargo el liberalismo prefiere una ideotización massmediática, agresiónpublicitaria contra la vida privada, atrofia de una reflexión crítica abierta a la responsabilidad dikelógica de cada persona, en un aquí y ahora sin trascendencia.

b)
Teniendo en cuento lo dicho en el punto anterior podemos ver como se articulan estas ideas en el personaje del Administrador de King Kong Palace o el exilio de Tarzán, de Marco Antonio de la Parra y el de María en La María Cochina tratadaen libre comercio, de Cristián Soto.
La obra de Marco Antonio de la Parra es la metaforización de la caída del capitalismo. Si pensamos la obra en un nivel semántico, debemos pensar inevitablemente en la figura del Administrador. Es un personaje alegórico. En él se condensa la massmedia, el liberalismo político y económico, la democracia protegida, etc. En el transcurso de la obra elAdministrador aparece lo justo y necesario, trabaja desde la oscuridad, tiene los hilos para manejar al nuevo líder político. Promete otorgarle el poder perdido a Tarzan y Jane; misma promesa que le ha realizado al Mago Mandrake tiempo antes. Vigila todos los movimientos del hotel; a sus empleadas, a Mandrake, a sus nuevos inquilinos. Él es el poder monopolizador dentro del “King Kong Palace Hotel”,entendiendo que el hotel representa una administración de mayor escala. Regula los niveles de ficcionalización dentro del mismo; “Seguridad es felicidad” dice el Administrador. Movido por un estimulo de beneficio individual comete las traiciones más significativas de la pieza. Encuentra en el personaje de Mandrake un chivo expiatorio, alguien a quien la ambición no lo deje ver con claridad. Y es así...