Teatro Politica Y Sociedad

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3ª Época - Nº 2. 1997 - Págs. 75-92

POLÍTICA, TEATRO Y SOCIEDAD:
TEMAS DE LA ÚLTIMA DRAMATURGIA ESPAÑOLA
VIRTUDES SERRANO
Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia
RESUMEN
En este trabajo se analiza la suerte que han corrido
el texto dramático y sus autores desde el final de la
dictadura y el desengaño sufrido por los dramaturgos
que, durante elrégimen de Franco, padecieron los
rigores de la censura estatal y tampoco han encontrado después el deseado espacio para mostrar su obra al
público de su tiempo. Con estos antecedentes, son
consideradas las obras que tienen como tema la política del país durante los últimos años, aquéllas que fijan
su atención en la sociedad y sus individuos, y las que
se ocupan de la situación del teatro y de suscomponentes.

RIASSUNTO
In questo articolo viene analizzato il percorso del
testo drammatico e dei suoi autori dalla fine della dittatura e la disillusione sofferta dai drammaturghi che,
durante il regime di Franco, patirono i rigori della censura statale e che, neanche in seguito, hanno trovato lo
spazio desiderato per mostrare la loro opera al pubblico del loro tempo. Con questi precedenti,vengono
considerate le opere che hanno come soggetto la politica del paese durante gli ultimi anni, sia quelle che
pongono l’attenzione sulla società e sui suoi individui,
sia quelle che si occupano della situazione del teatro e
dei suoi componenti.

PALABRAS CLAVE
Política. Sociedad. Última dramaturgia española. Teatro. Metateatro.
PAROLE CHIAVE
Politica. Società. Ultima drammaturgia spagnola. Teatro.Metateatro.

Hablar de teatro lleva a hablar de sociedad en varios sentidos porque el complejo
fenómeno teatral completa su ciclo cuando se muestra ante el público y porque el teatro muestra, en mayor medida y con más claridad que otros géneros, el entorno en el
que se produce. Desde esta perspectiva, el teatro está también directamente vinculado
a los fenómenos políticos, bien porquetemáticamente los refleje, bien porque la organización de un país condiciona de manera evidente sus manifestaciones artísticas. De
otro lado, la metateatralidad, que ha salpicado las piezas dramáticas desde los clásicos,
se convierte en las actuales en eje de reflexión temática y fórmula de estructuración
dramatúrgica.
La llegada de la democracia a España despertó amplias y esperanzadas expectivas en el ámbitodel teatro español, tanto tiempo amordazado por la censura, que ponía
trabas al autor para expresarse, al productor para sufragar el espectáculo, al actor para
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manifestase en libertad y al público para conocer lo que sus artista querían decirle
desde la escena. Pero la esperanza se tornó desencanto1 y comenzaron a surgir vocesque clamaban por no obtener lo que en justicia consideraban suyo, al tiempo que
denunciaban el engaño sufrido. Una de esas voces, la de Alberto Miralles, se fue modulando en diversos tonos, desde “¡Es la guerra, más madera!” (1979: 12-24), pasando
por “La peripecia del desencanto” (1980: 7-9); hasta exclamar: “El teatro español ha
muerto. ¡Mueran sus asesinos!” (1986: 21-24)2, donde explica conindignación su profundo desengaño:
Los partidos políticos, durante la clandestinidad, habían pedido al teatro crítica, lucidez y
desmitificación. Después, en pugna con el poder, querían evitar la provocación a la ultraderecha por miedo a los tanques, y así, el teatro tuvo que perder la agresividad que tanto ayudó
a la lucha antifranquista (21).

Miralles aduce el caso de la autocensura ejercida porRafael Alberti sobre Noche
de guerra en el Museo del Prado, antes de ser estrenada en el Teatro María Guerrero:
“Con Alberti dando patente de corso ¿qué argumentos podrían esgrimir autores menos
conocidos cuando se les pidiera ‘por motivos estratégicos’ que mutilaran sus obras?”
(1986: 21)
Las afirmaciones de Alberto Miralles, miembro de aquella generación “underground” (Wellwarth 1978), podrían...