teatro
Las razones por las cuales me asaltabael malestar, no solamente a mí, sino también a la mayoría de los televidentes con los que conversé al respecto eran obvias: nos sentíamos perdidos ante la repetición de escenas de la temporada anterior, nos abrumaba el ritmo lento de los capítulos, las insistidas escenas de violencia de Saúl sobre Odalys, (en las que no veíamos un vestigio de evolución), y otras escenas, que al quitarse, hubiesenhecho más asequible la propuesta, pues sobraban, sobre todo por los diálogos (que nada de interés tenían), o por lo reiterativo, ejemplificado en los panfletarios monólogos del anciano Simón ante su perro. Aunque muy bien enlazados sus parlamentos con escenas que involucraban a los demás personajes de la teleserie, con una secuencia de este tipo hubiese bastado.
La soledad es más que evidente enla escenografía, conflictos, y estructura psicológica de los personajes a ella convocados. No era necesario explicar el concepto de soledad a través de las palabras del viejo. Con solo mirar al niño solitario de rostro compungido, en medio de una casa "cocina-baño-salita-comedor", cuyas paredes parecen estar abarrotadas de pinturas del neolítico; o a la trabajadora social pelando “una papa”sobre el sillón, mientras se aparta los cabellos desgreñados y limpia el sudor de la frente con un gesto que migra del cansancio al hastío, cualquier espectador entendería el mensaje. Un ejemplo fehaciente lo constituye la multipremiada película de Fernando Pérez, Suite Habana, la cual, con solo mostrarnos el guión facturado sobre escenas exentas de lenguaje oral, nos conmueve y vulnera en lo máshondo, llevándonos a la comprensión total del argumento.
Luego de una docena de capítulos fui comprendiendo la estructura de esta actual temporada, socorrida por la ayuda de un amigo psiquiatra, quien me abrió a algunas definiciones y conceptos sobre el tema. La Soledad, título que defiende el entramado de esta temporada, es un estado subjetivo que se emparenta con la depresión o melancolía, a laque se llega por causas diferentes. La depresión es de curso lento y progresivo, y se reitera en las causales, que forman una especie de abismo sentimental del cual se hace difícil el escape. Esto me hizo comprender el porqué de esa atmósfera lenta plasmada en los capítulos, que nos llevó a los televidentes a sentir incomodidad, acostumbrados al ritmo rápido y diálogos precisos, sin alargamientosexcesivos de las secuencias, con la que decursó la primera. Freddy Domínguez como guionista, y Ernesto Fiallo como director, quizás trataron de alistarnos dentro de esa monotonía, y hacer que subjetiva y objetivamente, por procesos mentales asociativos, nos enroláramos afectivamente con la obra. Desde este punto de vista es aceptable la comunicación que nos hacen tener con los personajes, quefuncionan como una suerte de espejo al que se abocan nuestras penurias, conflictos, carestías, a veces personales, y otras veces prójimas.
Otra incógnita a resolver era la poca capacidad de decisión de Odalys, (el personaje que de forma magistral interpreta Tamara Castellanos), para liberarse de la violencia que recibe del esposo, y ante cuya actitud los televidentes se preguntan: ¿Habrá mujeres quese comporten así de sumisas en esta época?¿Por qué? Para hallar las respuestas acudí a la lectura del libro ¿Qué hacer con mi vida?, de la psicóloga María Antonieta Rodríguez Arce. Con respecto a la violencia doméstica, esta autora escribe que la misma pasa por 3 etapas con un carácter cíclico. Acumulación de tensiones; episodio violento importante; y período de arrepentimiento del agresor....
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