teatro
LAURA: (refiriéndose al último hombre que le ha señalado Inés) Terefieres a ese de ahí, el de la americana oscura... Sí, es guapo, y parece simpático, divertido, pero… no. (Segura de lo que dice) Conozco a esa clase de hombres:Son hombres encantadores que luego resultan tener una cara oculta. Son hombres que te ahora sacan a bailar y te hace flotar por la pista como si fueras laprincesa de una monarquía europea, luego te llevan afuera y te dicen las cosas más bonitas del mundo a la luz de la luna, te acompañan a tu casa y te respetan, tesonríen, y se marchan elegantemente, haciendo que los desees con todas tus fuerzas, y empiezas a contar los minutos para que llegue el viernes siguiente y puedasverlos de nuevo, temiendo que quizá estén con otra chica, pero no, están aquí, en el mismo sitio, esperándote con un ramo de flores que lleva escrito tu dentro, yles besas, y les pides que te lleven a sus casas, y hacéis el amor, y los dos decís al mismo tiempo que queréis pasar el resto de vuestra vida juntos, y lo dejastodo por ellos, os casáis, y… meses después, una noche, cuando te preocupas porque es tarde y aún no ha llegado a casa, pasas por delante de un bar y losencuentras bailando con un chica cualquiera a la que mira como si fuera la princesa de una monarquía europea… (Se vuelve hacia Inés) Es Ignacio, mi exmarido.
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