teatro
Hombre total, filósofo total: George Bataille
Introducción
¿De qué nos puede servir el pensamiento de Bataille en la actualidad? Tal vez, para responder a dicha cuestión, antes se debería responder en qué consiste nuestra época, lo cual no remite exclusivamente a nuestros días, pues el surgimiento de las sociedades actuales cuenta con una historia que ahora nosafecta. Vivimos en una sociedad liberal y planetaria que tuvo su origen —según Foucault— en las sociedades disciplinarias nacidas en el siglo XVIII; en ésta, las sociedades liberales son concebidas como una fase superior de aquellas otras que se propusieron "maximizar" la vida humana, las cuales no dirigían este esfuerzo hacia la vida misma, sino a su normalización, reformación y explotaciónsistemática.
La sociedad liberal en su apoteosis representa el espíritu de cálculo, de ahorro, de ganancia en el sentido capitalista, interés que ya se hallaba sembrado en las sociedades disciplinarias;1 quizá la diferencia entre ambas esté en la ilusión de libertad que se presenta en las sociedades liberales, las cuales, a fin de cuentas, continúan siendo sociedades de la vigilancia, donde la "libertad"es la condición de la explotación planetaria; de ahí que no haya nunca libertad sin restricciones (Cfr. Foucault, 2001).
Por el contrario, el pensamiento de Georges Bataille parece ubicarse en las antípodas del espíritu de cálculo, ahorro y ganancia, pues para Bataille en la economía general de la vida todo es pérdida, gasto, "voluntad de perder"; basta con mirar la naturaleza para comprobarlo:en ella los seres nacen para morir sin sentido, nada está a salvo del devenir, nada permanece ni tiende a incrementar sus fuerzas, todo es dilapidación; esto según una interpretación contrapuesta al concepto de "voluntad de poder" nietzscheano, que fundamentaba el fenómeno de la vida en el incremento de fuerza:
No simplemente constancia de la energía, sino economía máxima en el consumo: de maneraque el querer devenir más fuerte a partir de cualquier punto de fuerza, es la única realidad: no conservación de si [sic] mismo, sino voluntad de apropiarse, de adueñarse, de ser más, de hacerse más fuerte. (Nietzsche, 1981: § 682)
Por el contrario, para Bataille todo fenómeno vital que ocurre en la naturaleza, si bien en un momento inicial tiende al aumento de fuerzas y contribuye así alcrecimiento, aun antes de que éste sea logrado, está destinado a la dilapidación. Las fuerzas excedentes que habitan a los seres se pierden, ya sea en el movimiento, la sexualidad, la reproducción o la muerte. Ciertamente, desde épocas antiguas, el hombre ante esos fenómenos violentos y excesivos (como son la muerte y la sexualidad) ha opuesto un no a la naturaleza a través de prohibiciones, y ha creadoasí el mundo del trabajo, que representa el tiempo del orden y de la razón. Y ha delimitado un tiempo para estar en consonancia con la naturaleza dilapidadora a través de la fiesta, la orgía, el erotismo, la guerra, el sacrificio (Cfr. Bataille, 2003).
Tiempo profano, tiempo sagrado
Desde épocas antiguas, el hombre ha creado un tiempo profano y un tiempo sagrado; al primero corresponde eltiempo del trabajo y del orden, y al segundo pertenece el caos, lo irracional. Ese caos, no obstante, estaba previsto y predeterminado por el mundo del trabajo, y sin éste aquél no sería posible, pues no se trata de hundirse para siempre en el caos y en lo irracional, sino de ocupar ese mundo sólo en momentos sagrados, lapsos en que el hombre puede ubicarse en consonancia con la naturaleza a través dela transgresión de sus prohibiciones, las cuales no son rotas definitivamente sino sólo suspendidas en el momento de lo sacro: tiempo en que el ser humano antiguo podía sumergirse en su animalidad (sin retornar a ella) y, a su vez, convertirse en Dios, pues asumía el movimiento violento de la naturaleza y entraba en contacto con lo divino.
Ahora bien, es preciso recordar que en el mundo...
Regístrate para leer el documento completo.