tecnicas de litigio
contrainterrogatorio de testigos
Alejandro J. Rodríguez Morales*
I. A modo de introducción. La finalidad del proceso penal
El proceso penal ha sido estudiado desde hace mucho por los cultores de la ciencia
jurídica, y no sólo por ellos. Y es que se trata de un tema de gran interés, que atrae
poderosamentea quienes tienen o han tenido algún contacto con el mismo, particularmente
por las variadas implicaciones que puede llegar a tener la realización de un juicio penal contra
una determinada persona respecto a la cual se afirma una presunta responsabilidad por la
comisión de un hecho delictivo.
En realidad, hablar del proceso penal siempre tiene algo de fascinante, pero no porque
se trate deuna especie de espectáculo al que haya que acudir de manera imperiosa (si bien
muchas veces se le llega a convertir en poco menos que eso), sino más bien por cuanto el
mismo representa el marco en el cual se ven comprometidos múltiples intereses a un mismo
tiempo (de la víctima que clama por justicia, del Estado que pretende hacer valer su
ordenamiento jurídico-penal y ejercer la potestadpunitiva que se le ha conferido, de la
sociedad que exige el mantenimiento de una convivencia pacífica, del imputado o acusado que
espera el respeto de sus derechos y garantías fundamentales); ello hace patente, en
consecuencia, que su análisis sea de trascendental importancia, afectando la decisión que
resulta del proceso a todos y cada uno de los intereses implicados.
Generalmente, es necesariodecirlo, ha habido una suerte de tendencia de la ciencia
penal de los últimos tiempos a marginar el estudio de lo que se conoce como la parte adjetiva
(esto es, procesal) del Derecho penal, ocupándose única o mayoritariamente de los problemas
sustantivos (podría decirse, enfáticamente, de la teoría del delito) por lo que un autor tan
importante como MUÑOZ CONDE (más penalista que procesalista,por cierto, pero
consciente de la realidad aludida) ha denunciado expresamente en un ensayo reciente que
“durante mucho tiempo el estudio del Derecho procesal penal ha quedado pospuesto por el de la Dogmática del
Derecho penal material”1; y ello a pesar de la destacada importancia que, como se acaba de señalar,
tiene sin duda alguna el proceso penal.
En cualquier caso, impera decir que talabandono de lo adjetivo no puede seguir
ocurriendo y justamente por ello se ha querido iniciar esta modesta contribución haciendo
referencia a la particular relevancia del proceso penal, sobre la que se ahondará aún más a
medida que se vaya avanzando en el análisis.
Todavía puede agregarse algo a lo recién apuntado. En efecto, el Derecho penal y el
Derecho procesal penal no deben ser entendidosen modo alguno como compartimientos
estancos; nada más lejos de la realidad. La vinculación entre lo adjetivo o procesal y lo
sustantivo o material resulta sumamente estrecha, tanto que sin el Derecho penal no podría
*
Abogado. Profesor de Derecho Penal Internacional en la Universidad Católica Andrés Bello. Profesor de
Derecho Penal Superior I en la Universidad Católica del Táchira.
1Como se puede leer en las palabras previas del propio autor en MUÑOZ CONDE, Francisco. Búsqueda de
la verdad en el proceso penal. Pág. 11. Editorial Hammurabi. Buenos Aires, Argentina. 2000.
llevarse a cabo un proceso penal, mas, así también, habrá que advertir que sin las disposiciones
de carácter procesal, el Derecho penal material podría considerarse, en el mejor de los casos,
como uncatálogo de determinadas intenciones (no necesariamente de “buenas” intenciones,
pues, como se reiterará en su momento, el Derecho penal no aparece por lo general como un
instrumento de garantía, sino más bien de violencia y sustento del poder). Es decir, en
definitiva, que no puede pensarse en lo adjetivo y lo sustantivo de manera aislada, como quiera
que ambos aspectos resultan esenciales y...
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