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Pepe milla fue el literato guatemalteco más importante del siglo XIX y hasta la fecha se le aprecia como el más conocido y el más leído de todos los autores guatemaltecos. Sus novelas todavía fascinan a los aficionados a la historia patria y a sus aventuras románticas. Sus cuadros de costumbres nos trasladan al siglo XIX y nos hacen reír de las flaquezas Humanas particulares para sus tiempospero típicas a todas las épocas.
Un dia del mes de mayo del año 1843, salía de esta capital una cuerda de presidiarios que iba a cumplir condena al castillo de san Felipe. Entre ellos había un hombre que parecía tener cincuenta años de edad. Era judas Guzmán el malo como le llamaban ya que estaba condenado a diez años de presidio con retención. Había asesinado a un hombre, por instigación de unamala mujer con quien vivía aquel desdichado joven. Una pobre anciana de harapos, que llevaba en la mano envuelto, en una servilleta sucia, un montón de tortillas y una taza de frijoles, seguida trabajosamente la cuerda. Judas tembló de cólera, balbuceo dos o tres palabras incoherentes y poco a poco retiro la mano del relicario. Cuando usted reciba este papel, yo habré dejado de existir. Usted seniega a proporcionarme el único recurso que pueda salvar mi honor. La madre lanzo un grito de honor. Acudieron los criados; a la puerta estaba cerrada. El 28 de octubre de 1808 dis de san simon y san judas Tadeo, nació en esta que aún se llamaba muy noble y muy leal ciudad de Santiago de los caballeros de Guatemala: y trece años después había de ser Guatemala a secas, sin nobleza, sin lealtad, sincaballeros y hasta sin Santiago; nació, digo un infante hijo legitimo del señor don cándido Guzmán regidor del ilustre ayuntamiento y de su esposa la señora lupercia paz. El niño recibió los nombre de simón judas Tadeo los parientes y amigos de Guzmán el bueno como llamaban a don cándido, no anduvieron escasos en lisonjeros pronósticos acerca de la suerte del recién nacido y de los que estaballamado a ser con el tiempo. Quien profetizaba que había de ser oidor: quien doscientos pesos y que era preciso búscalos inmediatamente. Señora dijo el mozo dando un puñetazo sobre la mesa esos doscientos pesos se han de seguir, salgan de donde salieron: mi honor está comprometido; ¿no sabe usted que las deudas de juego son sangradas. Doña lupercia afligida en extremo, replico que no tenía nadaabsolutamente nada. Don Cástulo le contestaba si acabo de verle bueno y sano que testamento ha de haber hecho ni que se ha de haber muerto? Pues si señor replica Guzmán mi hijo judas volvía a casa anoche a la hora de costumbre y tuvo que detenerse, porque le llamaron a que fuese testigo del testamento. Una noche volvió judas a su casa más temprano de lo acostumbrado, después de tres días de completaausencia; días que doña lupercia había pasado en la mayor angustia. El semblante del mozo y su paso vacilante hacían ver que estaba poco menos que completamente beodo. Se dirigió al cuarto de la señora y le dijo que había jugado como mala suerte que debía general del ejercicio. A la edad de cinco años. Judas Tadeo no parecía tener arriba de tres: era niño delgado, pálido taciturno y enfermizo pobreplanta que se criaba sin sol sin aire y sin agua no podía adquirir vigor ni lozanía. Al mismo tiempo que se arruinaba el físico de aquel niño parecía haberle tomado decidido empeño en echar a perder su parte moral. Voy a dar una o dos ligeras muestras de las gracias inocentes con que por aquel tiempo manifestaba su ingenio el niño don judas. Visitaba un día a don cándido un caballero amigo suyo,que había estrenado un hermoso sombrero de castor de última moda que le costaba doce pesos; siendo, por entonces escasos y caros los sombreros de aquella clase. Guzmán y su esposa hicieron muchos cumplidos al caballero por aquel estreno y no se cansaban de alabar la elegancia del sombrero. Juditas escuchaba atentamente desde un rincón de la sal: cuando hubo dejado de hablarse del sombrero fue...