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BIENAVENTURANZAS


Narrador: Eran días antes de la Pascua y Jesús se encontraba a las afueras de Jerusalén predicando con sus discípulos, en uno de los montes cercanos con las multitudes donde les dio a conocer las bienaventuranzas.
Jesús: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados aquellos que lloran, porque ellos serán consolados.Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que tienen sed y hambre de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.
Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los quepadecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros, cuando los vituperen y los persigan, hablaren todo tipo de calumnias contra ustedes por mi causa, gozaos, y alegraos, porque vuestra merced es grande en los cielos, porque de igual forma persiguieron a los profetas antes que a nosotros.
En vuestras oraciones recordad que vuestropadre sabe cuáles son nuestras necesidades, antes de que se las pidáis, es así, como debéis orar.

Padre nuestro que estás en los cielos…

EXPULSÍON DE LOS MERCADERES DEL TEMPLO


Pueblo 1: Quien es ese Jesús de Nazaret.
Pueblo 2: Es un Profeta, es un gran profeta.
Pueblo 1: Como que es un profeta, yo no lo he escuchado decir ninguna profecía y sobre todo que se haya cumplido.
Pueblo 3: Pueseso dicen que es un gran profeta.
Pueblo 4: Pero un profeta sobre un burro entrando como un triunfador. (Burlándose)
Pueblo 2: Que entre el Mesías. Salve el Mesías (continúan las burlas).
Pueblo 5: Isaías dijo: Jerusalén, hija de Sión… Contempla al Rey entrar… humilde y desdeñado.
Pueblo 6: Hijo de David. Eres la esperanza de Israel.
Pueblo 7: Eres nuestro profeta y salvador.
Pueblo 5:Jesús el profeta sálvanos, salva nuestras almas.
Escena de la expulsión de los mercaderes
Vendedor 1: No puedes comprar con dinero romano, se usan siclos. Es muy barato, si te gusta, te enseñaré otra.
Vendedor 2: La casa del Señor es un mercado, qué pena.
Vendedor 3: Es una ganga (señal de silencio). Hallarás el mismo precio en todos los puestos. Son diez siclos y medio. (Mientras pesan elproducto).
Vendedor 4: Lleva dos en vez de uno, el señor lo agradecerá (Venta de aves) qué buen negocio acabo de hacer (burlándose).
Vendedor 5: Corderos finos y tiernos
Vendedor 2: Rabí que pensáis de este dinero (mostrándole las monedas).
Jesús: (Jesús furioso dice) Dar a Dios lo que es de Dios y dar al César lo que es del César.
Murmullo de mercado.

Jesús: Jerusalén, la ciudad sagrada,ella que estaba llena de justicia, se ha convertido en una meretri.
Pueblo: (Alboroto)
Pueblo 2: detenerlo, detenerlo
Jesús: No lo saben… no habéis oído… No se les ha dicho desde el principio, ¿Qué son estos sacrificios?, Dice el señor, No traigan ante mí más ofrendas vanas.
Vendedor 3: Mi dinero, mi dinero, no es un profeta, lo que es en realidad es un ladrón.
Jesús: Escuchad, esta es unacasa de oración,
Pueblo 1: Es un farsante, hipócrita, mentiroso.
Jesús: Y vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones.
Pueblo 2: Esta loco no es un profeta.
Entrada de Zerah en la expulsión de los Mercaderes
Zerah: Alto (dirigiéndose a los soldados), Rabí mi nombre es Zerah, soy escribano de este Santo lugar y yo como mis hermanos hemos tenido sumisión con gran interés, hemos oídocosas buenas de ti y eso nos alegra, pero lo que has hecho hoy aquí nos trastorna tanto como nos sorprende, deseas destruir este templo sagrado.
El templo no es piedra solamente, es la casa de Dios, no se podrá destruir mientras Dios viva aquí.
Jesús: Destruir el templo y en tres Días haré que vuelva a levantarse.
Todos: (Murmuran todo el pueblo)
Zerah: Llevó años construir este templo ¿Y tu...