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Desarrollo:
La pena de muerte, también llamada pena capital, es la sanción jurídica que en quitar la vida a un condenado desde el estado con los procedimientos y órganos de ejecución establecidos por el orden jurídico que la instituye. La pena de muerte es, por lo tanto, la eliminación definitiva de los delincuentes que se han juzgado incorregibles y por lo tanto un grave peligro para lasociedad.
La pena de muerte como sanción fue aplicada en prácticamente todas las sociedades en algún momento de su historia, tanto sea para castigar el crimen como para suprimir la disidencia política; y en ocasiones multando hechos de ética aún más dudosa. En este sentido, ha sido parte de los sistemas penales desde el principio de la existencia de los mismos pero no tanto del sistema judicial puestoque partían del ideal de venganza y no de retribución por el daño causado.
Con el avance de las sociedades, la pena capital se devino en un sistema con cada vez más amparo legal, judicial y estatal; convirtiéndose así en una sanción reglamentada de uso práctico. Avalada por su sencillez, velocidad y eficiencia; la pena de muerte también ha cosechado cada vez más detractores a lo largo de lostiempos, de entre los cuales la Declaración de los Derechos Humanos es el disidente por excelencia.
Los Derechos Humanos son aquellas condiciones instrumentales o atributos legales que todo individuo humano posee y que promueven su realización como persona. En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen alser humano en su extensión por el simple hecho de su condición humana para la garantía de una vida digna sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Abordar la cuestión de la pena de muerte desde la concepción de los Derechos Humanos implicanecesariamente hablar de la fundamentación de estos últimos: Puesto que no dejan de ser leyes, parece relativamente sencillo descartar toda autoridad moral que supongan si no se presentan motivos más apropiados que el consenso para afirmarlos y sostenerlos. En relación a lo anterior, multitud de intelectuales se han promulgado al respecto sosteniendo posturas diversas y, a veces, hasta opuestas. Noobstante, todos concuerdan en la siguiente afirmación: Existen exigencias de orden racional que defienden lo expuesto por los Derechos Humanos y lo seguirían haciendo aún en el caso en que no fueran leyes aprobadas. En este sentido, los intelectuales menos ambiciosos tienden a señalar que aun suponiendo que los Derechos Humanos no sean más que leyes humanas, negar su sentido de la justicia o la moralsería inapropiado puesto que enaltecen y aseguran los atributos de la persona humana y su aplicación es necesaria para llevar una vida social armoniosa.
Siendo así, se concluye que los estados se encuentran comprometidos a poner en práctica medidas y leyes nacionales compatibles con los deberes y obligaciones inherentes a los Derechos Humanos, suponiendo su deber como garantes del bienestar de lapoblación. Además, cabe destacar que todo sistema legal que rechace los Derechos Humanos será necesariamente salvaje, autoritario, incoherente y parcial; con lo que se entiende entonces la necesidad tanto de que cada uno de los estados del mundo adopten sistemas legales y jurídicos que se amolden o desprendan de los Derechos Humanos como de que cada uno de ellos promueva la aplicación de losmismos.
Cabe mencionar, entonces, que cuando desde los más altos cargos del estado se habla del restablecimiento de la pena de muerte, lo que efectivamente se hace es fortalecer la ideología de la seguridad ciudadana que implica el ejercicio de mayor poder represivo por parte de las fuerzas de seguridad en contra de los derechos individuales de los habitantes del país. Se ve así cómo con esa...