Tecnología
Estaba sentado en el bar con la vista perdida, mirando hacia afuera, hacia la nada.
Fumando nervioso.
Con cara de pocos amigos que podía ser de enojo o de preocupación. ¡En fin!, con unacara de las que no dice nada bueno.
Mascullando palabras por lo bajo para vencer sus propias barreras.
Me había sentado al costado suyo y hacía como que leía el diario pero en realidad prestabaatención a sus dichos.
- ¡Tratar con una puta!, es lo que me faltaba, no sé de dónde saco las ideas. No es mi costumbre. Nunca había tratado con ninguna, además pagar, ¡y a una puta!, ¿qué estoyhaciendo, por qué no me levanto y me voy?- se le escuchaba una y otra vez.
Y seguía hablando solo -¿Mujeres?, ¡sí!, pero no de este tipo.
Buscando un pretexto me acerqué y le pedí fuego. Mientrasencendía el pucho le dije:
-Yo también estoy con algunos biloques y no tengo a nadie para poder hablarlos- fue a forma de confesión y a riesgo de que me sacara a patadas.
-Ni me hable, tengo unasunto del cual espero no arrepentirme ¡Y todo por hacer un favor!
Mejor arranco por el principio así me voy calmando.
- Lo escucho-. Me senté a su lado.
-Hace dos días había visto a esa mujer en JuanB. Justo y Paraguay. Estaba hablando con la vieja de una casa vecina, que escoba en mano dejó de barrer para charlar con ella.
Detuve el auto y se me acercó.
- ¡Hola!, ¿cómo estás?- , dijo sonriendo.-¡Bien!, respondí-, no sabía qué decirle pero como por obligación ataqué – ¿Trabajas acá?-, me sentí estúpido con la pregunta. Ella Me perdonó la vida y no me sobró. Contestó correctamente, es indudable que sabe manejar su negocio. -¡Sí!, es mi esquina. ¡Mientras la cana no me corra!
- ¡Ah, te corren!
- Son unos hijos de puta y coimeros, eso sí, no me joden a los clientes. A veces me...
Regístrate para leer el documento completo.