tejne

Las retóricas entienden que la argumentación es creada en el discurso. Abordar el análisis desde esta perspectiva permite demostrar que la verdad expuesta por el documento oficial de la Junta es solo una de las muchas posibles, construida por el orador para persuadir y convencer al auditorio.
A modo de breve síntesis, subrayemos que la antigua retórica consiste en una tejné (tejné rhetoriké), esdecir, en un medio, en un agente creador capaz de producir lo que puede ser o no ser. Es así que para la teoría aristotélica el énfasis está puesto en las partes del proceso creador de la argumentación. En cambio, la nueva retórica enfoca su interés en la adaptación del orador a su auditorio. Perelman explicita que el fin de la argumentación es “producir o acrecentar la adhesión de un auditorio alas tesis que se presentan a su asentimiento”. (Perelman, 1997: p.29). Para ello, el orador debe partir necesariamente de bases de acuerdo admitidas por su auditorio, para luego transferir la adhesión de las premisas a las conclusiones a través de técnicas argumentativas. Por estos medios, intenta no solo lograr la adhesión intelectual de sus receptores sino también crear en ellos unadisposición a la acción. Estas teorías entienden que la argumentación es creada por distintos procedimientos en el discurso, por lo que podemos deducir que la postura que se defiende y se propone como verdad es un constructo, diseñado por un orador para persuadir y convencer al auditorio que se prefigura.
En la organización general del discurso, lo que Aristóteles llamó dispositio distinguió cuatro grandespartes: el exordio, la narratio, la confirmatio y el epílogo. Según Barthes, hay en la dispositio una dicotomía ya presente durante la búsqueda de los argumentos, o sea, durante la inventio: el llamado a los sentimientos y el llamado a la razón. El exordio y el epílogo, las dos partes extremas del discurso, se ubican en la línea del conmover, mientras que la narratio y la confirmatio, las dospartes intermedias, lo hacen en la línea del convencer.
El exordio es la inauguración del discurso. Canónicamente, contiene dos momentos: la seducción del auditorio a través de la captatio benevolentiae y en el anuncio del plan a seguir, a través de la partitio. Sin embargo, Barthes aclara que a partir del desarrollo y la secularización del código retórico el exordio bien puede estar ausente, segúnla regla in media res: como en la proclama de la Junta que analizamos. En la que el orador no parece tener la necesidad de captar la atención, por un lado, porque su mensaje es por sí mismo significativo y apremiante para todo el que lo escuche y, por el otro, por la deliberada distancia que mantiene con el auditorio.
En la proclama, el discurso comienza con la narratio, empieza con el relato delos hechos. Esta parte de la estructura discursiva tiene dos características: su desnudez, debe ser clara, breve y no contener argumentación directa; y su funcionalidad: tiene que ser una preparación para la argumentación. En la proclama, la narratio abarca el primer párrafo ya que en este, si bien no se presentan hechos sino verdades (en los términos de la nueva retórica), se refiere brevementeel estado general de la situación, a saber, la imposibilidad de mantener el gobierno por los medios constitucionales y la destitución del mismo, estableciendo el contexto necesario para comenzar la argumentación. Sigue entonces la confirmatio, la exposición de los argumentos. Esta parte del discurso incluye la propositio, ya considerada.
Por otra parte, Chaím Perelman, en el Imperio Retórico,centra su atención en el auditorio, en términos de la influencia mayor o menor que se ejerce sobre este. El fin de la argumentación no es aproximarse a una verdad preestablecida, sino lograr la adhesión del auditorio a la tesis propuesta por el orador. La verdad no forma parte del sistema, no está expuesta a verificación. Si tenemos en cuenta que si el orador quiere obrar eficazmente con su...