Teléfono
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El teléfono es un dispositivo de telecomunicación diseñado para transmitir señales acústicas a distancia por medio de señales eléctricas.
Durante mucho tiempo Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono,
junto con Elisha Gray. Sin embargo Graham Bell no fue el inventor de este aparato, sino
solamente el primero en patentarlo. Esto ocurrió en 1876. El 11 de junio de 2002 el
Congreso de Estados Unidos aprobó la resolución 269, por la que se reconocía que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci, que lo llamó teletrófono, y no Alexander
Graham Bell.1 En 1871 Meucci solo pudo, por dificultades económicas, presentar una
breve descripción de su invento, pero no formalizar la patente ante la Oficina de Patentes
de Estados Unidos.
Cómo funciona el teléfono?
En un sistema telefónico, la transmisión se basa en el paso, a través de un circuito, de un flujo de corriente cuyas variaciones de intensidad vienen marcadas por las propias
variaciones de resistencia de dicho circuito. El aparato encargado de modificar la
resistencia de éste, y, por tanto, la intensidad de la corriente, es el micrófono.
El micrófono lleva incorporado un dispositivo de forma cilíndrica, con pequeños granos de carbón —el carbón altera su grado de conductividad de la electricidad en función del
factor presión—.
En uno de sus extremos, el micrófono presenta una pequeña membrana móvil que, como
si de un tímpano se tratara, varía su presión sobre los granos de carbón, por efecto de las
ondas sonoras. La variación de las ondas sonoras genera variaciones de presión en la
membrana, de las que se derivan, a su vez, variaciones de intensidad en la corriente que atraviesa el circuito. La intensidad cambia, por tanto, al tiempo que lo hacen las ondas
sonoras.
En el funcionamiento del teléfono entra en juego, asimismo, el principio del electroimán
—recordemos que se trata de un núcleo de hierro dulce al que el paso de una corriente
eléctrica confiere propiedades magnéticas—.
La disposición de una lámina metálica vibrante junto al electroimán del circuito emisor —donde, según se ha indicado, la intensidad de la corriente eléctrica viene determinada
por las variaciones de las ondas sonoras en el micrófono—, permite que aquélla se mueva
libremente, en función de la corriente y, por tanto, de las ondas sonoras responsables de
dicha alteración. La laminilla metálica actúa como cuerpo vibrante emisor de sonido, el
mismo que registra el micrófono. En la central telefónica existe un generador encargado de suministrar la corriente eléctrica
de baja tensión que llega al micrófono, conectado en serie dentro de la línea.
Por su parte, el receptor está conectado en circuito local; la corriente procede del
transformador que alimenta la propia línea telefónica. Al unir dos aparatos a través de la
central queda constituido un circuito de línea, donde aparecen los dos micrófonos intercalados, no así los receptores, que se activan a partir de las variaciones creadas por
aquéllos.
Conexiones telefónicas
La primera conexión telefónica pública se verificó en Estados Unidos en 1878, gracias a la
instalación de una centralita de funcionamiento manual, que hacía posible la distribución
de las llamadas entre los usuarios de la red. Desde la centralita manual —sistema que, en determinadas áreas de España permaneció en uso hasta hace apenas veinte años—, se
establecía la conexión a través de una red de clavijas que se introducían en sus
correspondientes tomas. La conmutación automática empezó a popularizarse en los años
noventa del siglo XIX, con la introducción del disco marcador, sustituido en épocas ...
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