Temática sintética de la Celestina
PLEBERIO.- Señora mujer, ¿duermes?
ALISA.- Señor, no.
PLEBERIO.- ¿No oyes bullicio en el retraimiento de tu hija?
ALISA.- Sí oigo. ¡Melibea! ¡Melibea!
PLEBERIO.- No te oye; yo la llamaré másrecio. ¡Hija mía Melibea!
MELIBEA.- ¡Señor!
PLEBERIO.- ¿Quién da patadas y hace bullicio en tu cámara?
MELIBEA.- Señor, Lucrecia es, que salió por un jarro de agua para mí, que había gran sed.PLEBERIO.- Duerme, hija, que pensé que era otra cosa.
LUCRECIA.- Poco estruendo los despertó. Con gran pavor hablaban.
MELIBEA.- No hay tan manso animal, que con amor o temor de sus hijos no asperece.Pues ¿qué harían, si mi cierta salida supiesen?
Acto décimo sexto
ARGUMENTO DEL DECIMOSEXTO ACTO
Pensando Pleberio y Alisa tener su hija Melibea el don de la virginidad conservado, lo cual,según ha parecido, está en contrario, y están razonando sobre el casamiento de Melibea; y en tan
gran cantidad le dan pena las palabras que de sus padres oye que envía a Lucrecia para que sea
causade su silencio en aquel propósito.
PLEBERIO.- Alisa, amiga, el tiempo, según me parece, se nos va, como dicen, entre las
manos. Corren los días como agua de río. No hay cosa tan ligera para huir comola vida. La
muerte nos sigue y rodea, de la cual somos vecinos y hacia su bandera nos acostamos, según
natura. Esto vemos muy claro, si miramos nuestros iguales, nuestros hermanos y parientes en...
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