Tema 3 Derecho a la igualdad

Tema 3: Derecho a la igualdad (artículo 14)
1) Derecho a la igualdad (art. 14 CE):
a. Igualdad en la ley. Discriminación razonable y no razonable
b. Igualdad en la aplicación de la ley

a. Igualdad en la ley. Discriminación razonable y no razonable.

En el art. 14 CE, se establece una prohibición para el legislador de establecer en sus normas tratos jurídicos diferenciados entre unos ciudadanosy otros en razón de su distinto sexo, raza, religión, opinión o “cualquier otra condición personal o social”. Eso significa que, en principio resultan inconsistentes con este derecho fundamental normas legales o reglamentoarias en las que se concedean más derechos o se impongan menos deberes o consecuencias jurídicas distintas en virtud de algunos de esos criterios de discriminación. Elincumplimiento de esta norma constitucional, según el art. 53 de la CE determinaría la nulidad del precepto legal. Ahora bien, de nuevo hay que subrayar que seguir correctamente esta norma constitucional pasa por hacer un juicio razonable sobre las discriminaciones introducidas por el legislador para determinar si son o no contrarios al art. 14 de la CE, o dicho de otra manera, esta regla no se aplicacorrectamente si se entiende como una prohibición absoluta, sin excepciones de todo trato jurídico diferenciado en la ley. Por el contrario, lo único prohibido son las discriminaciones arbitrarias, irrazonables que no se sostienen constitucionalmente con argumentos suficientes a favor de tal discriminación. Mientras que, sí son admisibles las discriminaciones razonables, positivas, aquellas quesuperan esa ponderación o juicio de razonabilidad.
Este análisis de la razonabilidad de cada discriminación comienza por considerar como hace el TC en su sentencia que fin pretende alcanzar el legislador al introducir en su norma dicho trato diferenciado. La propia CE, en los llamados principios rectores de ese capítulo III del título I señala fines socialmente prevalentes que pudieran dar lugar adiscriminaciones constitucionalmente legítimas. Por ejemplo, pleno empleo o al menos una mayor presencia de la mujer en el mercado laboral podría determinar discriminaciones en las normas sobre aportaciones de los empresarios a la seguridad social que modificarán con una rebaja en dichas cuotas la contratación de mujeres a partir de cierta edad, justo allí, donde la estadística muestra que el parofemenino es muy acusado. En segundo lugar los argumentos a favor de la discriminación deberán tener muy en cuenta el criterio empleado por el legislador para poder diferenciar a unos ciudadanos de otros, es decir, se trata de analizar si realmente los grupos de personas diferenciados se encuentran en una verdadera situación distinta. Resulta en efecto irrazonable introducir tratos jurídicos distintosy por ejemplo imponer penas más severas o conceder más derechos a personas que desde todos los puntos de vista importantes se encuentran en idéntica posición. Por lo tanto, sólo allí donde el criterio de diferenciación empleada supere un estricto “escrutinio” sobre su razonabilidad podrá admitirse que resulta razonable dicho trato distinto. Por ejemplo, STC 222/92. A efecto de las necesidades devivienda, se encuentran en idéntica posición las parejas de hecho y los matrimonios oficialmente celebrados conforme al Código Civil. De manera que, ninguna norma de la ley de arrendamientos urbanos puede negarles a los miembros supervivientes de una pareja de hecho el derecho de subrogación en el caso de fallecimiento del miembro que firmó el contrato. Por último, la razonabilidad sólo se consiguesi la norma discriminatoria resulta proporcionable y lógica con el fin que se pretende alcanzar. Resulta necesario comprobar que efectos provoca tanto en el colectivo discriminado como en el resto y si además no existen otras formas menos lesivas para la igualdad que permitan conseguir idénticos objetivos. Por ejemplo, la norma que establece un sobresuelo a favor de las trabajadoras del turno...