Tema 4

LECCIÓN CUARTA:

LO JUSTO POR NATURALEZA
A.
B.

OBJETIVOS: .......................................................................................................... 1
CONTENIDO ......................................................................................................... 1
1. La idea de un derecho natural .............................................................................1
2. La relación entre el derecho natural y el positivo ............................................... 4
3. La relevancia política del derecho natural .......................................................... 5
4. La negación positivista del derecho natural ........................................................ 7
5. La «razón natural» del hombre........................................................................... 9
6. Derecho de gentes ............................................................................................. 10
C. RESUMEN ........................................................................................................... 13

A. OBJETIVOS:
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Comprender el fundamento natural de algunas obligaciones humanas
Conocer la diferencia entre derechopositivo y derecho natural
Comprender la relevancia política del derecho fundado en la naturaleza
Conocer las teorías y argumentos que niegan la existencia del derecho natural
Distinguir derecho de gentes, derecho natural y derecho positivo

B. CONTENIDO
1. LA IDEA DE UN DERECHO NATURAL
Con toda seguridad la idea de la existencia de un derecho natural, es decir, de un orden de
cosas que son justas porsí mismas, con independencia y más allá de la voluntad de los hombres,
resulta tan antigua como la idea de derecho misma. El hombre ha reconocido siempre la
existencia de cosas que debía respetar, reconocer y obedecer, de cosas indisponibles a su
voluntad. Cabe apreciar, sin embargo, un desarrollo progresivo en la consideración de estas cosas
objeto de necesario respeto por parte del hombre.Desde un principio el hombre asumió prescripciones consideradas como mandatos
procedentes de una voluntad superior, de una divinidad. Dios, o los dioses, mandaban y prohibían
ciertas cosas a los hombres que estos debían cumplir si no querían constituirse en merecedores de
castigo. Mandatos que tenían origen en una tradición sagrada y originaria. No debemos pensar,
con todo, que estos mandatos carecíanabsolutamente de «lógica», que eran por entero arbitrarios;
además de una orden tales mandatos suponían, y suponen, un orden. Sin salir de nuestro ámbito
cultural, el ejemplo quizá más paradigmático, y por ello más citado, se halla en la tragedia griega
y más concretamente en la Antígona de Sófocles. Cuando la protagonista que da nombre a la
obra, desafiando la prohibición del tirano de enterrara su hermano Polinice –algo que era un
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Escrito por Elio Gallego, capítulo 5 del libro Fundamentos para una Teoría del Derecho, ed. Dikinson,
Madrid, 2006.

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derecho, más aun, un deber sagrado– le replica que, «no creía yo que tuvieran tal fuerza tus
mandatos como para transgredir, siendo mortal, las leyes no escritas y firmes de los dioses»1.
«Leyes no escritas y firmes de los dioses»fundamento de todo derecho y ley humanos. El
ius nace del fas, y ambos forman en el origen un todo inextricable, un todo transmitido en forma
de mos maiorum. Este origen y esta unidad nunca se perdieron del todo en los pueblos y culturas
tradicionales. Como se puede apreciar de un modo paradigmático en Roma, donde la ciencia
jurídica, aun en su momento más avanzado y secularizado, mantuvo siempre vivala memoria de
esta íntima conexión. Cuando hacía ya muchos años, siglos, que el arte del derecho no
correspondía al Colegio de los Pontífices y era una ciencia plenamente secular y profana, Ulpiano
podía escribir con toda naturalidad que los juristas «con razón podían ser considerados
sacerdotes»2, pues rendían culto a la justicia. Palabras dichas no en un sentido vago o metafórico,
sino con la...