temas variados

¡Qué lindo que es comer! Pero qué mejor que la comida del campo. Nada de comidas rápidas e insípidas, nada de comer sano, ni dietas, ni de esas uvas que de tantos químicos y conservantes parecenciruelas. No señor, en el campo se comienza con un rico mate cosido y un buen pan casero, que es eso de chocolatadas, ni hablar de galletas industriales, por favor es una falta de respeto al campo.Después de un cargado desayuno se empieza a sentir el olorcito a leña, señal primera de un espectacular asado, tonto sería pensar que esto puede reemplazarse con una hamburguesa de Mac Donal’s. Comosiempre, no puede faltar la entradita con una mortadela y un delicioso pan con chicharrón. Luego cuando todos estamos sentados en la mesa, llega la tabla repleta de carne, una vaca entera para satisfacer auna familia. Pero cuidado no vayas a querer decir – “me llene”, o –“ya no tengo más hambre” no hombre por favor. Las viejas chusmas empezarán por lo bajo a decir – “este chico no come bien” – “que ledarán en su casa “… Te dan sólo un par de inútiles segundos para reaccionar y ya tenés el postre, ¡Cómo no! Infaltable el postre, todo dulce, higos en almíbar, dulce de durazno, flan casero. Pocos selevantan de esa mesa, algunos a dormir una “siestita”. Pero no faltan los demás que deciden tomar unos matecitos al sol de la tarde llena de aire puro en las llanuras de un pueblo perdido entre lasmontañas. Una horita más basta nomás para que salten de la cama al percibir el aroma de las tortillas y buñuelos recién fritos.
Yo no entiendo como uno en la ciudad se cuidan tanto, que dieta de laluna, que si bajo de peso, que el gym, que no sé qué; si uno se pusiera a pensar por un segundo entendería que la comida nos acompaña en cada uno de nuestros momentos de la vida, quién no tomo heladocuando estaba triste, quién no merendó con compañeros haciendo la tarea, quién no se comió un asado en familia… A mí me cuesta entender que tanta gente se pierda de esta hermosura, pero más me duele...