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Ronda de perdedores
“Ronda de perdedores”, la novela de Saldaña fue premiada en la Feria del Libro Infantil y Juvenil

Ronda de perdedores es una novela "sobre padres e hijos, sobre personas que dan el primer paso del resto de sus vidas y deciden hacer lo que les gusta. Y eso tiene sus consecuencias”, resume Jorge Saldaña, autor de la premiada novela que se presentó en la Feria del LibroInfantil y Juvenil.
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El relato, Premio Norma de Literatura Infantil y Juvenil 2012, narra lo que les pasa a El Sapo y Tintín, dos adolecentes amantes de los comics que cursan su último año de secundaria, cuando se proponen filmar una película.

Para grabar la historia de Kenegusha, el héroe del video, los amigos iniciarán un proceso que requerirá autogestión,producción colectiva, creatividad y pragmatismo: castings, búsqueda de locaciones, elementos de filmación, actores… Todo casi sin plata y mucha colaboración de su microcosmos, padres, abuelos, amigos y vecinos de los barrios bonaerenses de San Isidro, Acassuso y San Fernando.

“Mis lectores eran pequeños durante la crisis de 2001, con padres que perdieron el laburo, y la trama viene por ahí: lo que creeTintín es que nadie puede ser totalmente feliz o libre hasta que no lo sean los demás, no está en contra de que alguien tenga mucha plata, sino de que unos pocos tengan mucha y muchos otros tan poca”, reseña el escritor.

“Hay una sociedad diferente y posible expresada en estas páginas -reflexiona Saldaña-. Como ocurre con los protagonistas, la gente está ansiosa por participar, por hacer cosasmás allá de lo común, por mostrar lo que sabe en proyectos que se vuelven colectivos”.

Así, Tintín y El Sapo encontrarán actores entre sus compañeros y vecinos, dibujantes en amigos que ya están en la facultad, hasta consejeros entre los jubilados que deciden sumarse a la propuesta sin consultar, por la alegría de tener algo más que hacer.

Ahí está el cosmos de estas figuras que entretejen susvínculos en la convivencia del barrio, cruzan sus búsquedas de sentido y construyen su identidad. Familia, amistad, enamoramientos… un padre sin empleo que está a cargo de la casa, una madre que es el sostén económico del hogar, un proceso de divorcio, un intento de suicidio… Todo atravesado por una observación mayor: “La no conciencia de red, de que lo que se hace acá pega allá”.

Saldañatambién quería escribir una historia para este martes tener algo que compartir con su hijo de ocho años –él tiene 43-; y quería pasarla bien mientras escribía: “por eso investigué lo que me divierte, releyendo y volviendo a ver muchos comics y películas”.

“Además escribí para mis amigos y para mí”, reseña. De ahí recupera escenarios y situaciones: “Yo soy abogado y tenía la misma fijación que ElSapo y su padre con el Palacio de Tribunales”. Se refiere a un pasaje del libro donde los protagonistas se pierden en los recovecos sin salida del edificio de Lavalle y Talcahuano.

¿El motivo que los lleva hasta ahí? Filmar una de las batallas que enfrenta a Kenegusha con los asesinos de su mentor, una especie de samurái que lo sacó de las calles y que con su muerte a manos del líder mafioso deuna transnacional lo lleva a emprender una venganza mayúscula contra grandes grupos económicos que gobiernan toda la Tierra.

“El palacio de Justicia sigue siendo un metáfora de la Justicia argentina –reseña Saldaña-. Un edificio con escaleras que no llegan a ninguna parte y meritorios que nunca les pagan. Un espacio lleno de papeles donde las cosas se pierden; a principios de los 90, cuando yoiba, había juzgados de chapa en la azotea”, recuerda.

Hay otros escenarios en esta novela que el autor conoce bien y que responden a esa identidad construida colectivamente a base de pequeños pero significativos eventos.

El colegio al que van los personajes se corresponde con el Santa Isabel de San Isidro -el de su secundaria-, hasta la recorrida de filmación y un bar que en la ficción...