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DAVID FISCHMAN
economia@prensa.com
03/07/2013 – OPINIÓN
H
Para algunas personas creyentes, el alma definitivamente existe y nos acompañaen todo momento desde que nacemos. Para otros más agnósticos, el alma podría ser nuestra energía. Pero la mayoría coincide en que existe algún tipo de energía vital que es nuestra esencia. Que somosmás que un simple cuerpo, que tenemos una identidad espiritual.
Hace unos días lei un artículo que me llamó la atención, debido a que
Si queremos ver las cualidades innatas del alma solo tenemosque observar a un bebé pequeño. Lleno de alegría, amor, bondad y paz. No tiene maldad, resentimientos ni odios, es puro amor. A medida que crecemos, sin embargo, vamos cubriendo nuestra alma con unaserie de capas donde aflora nuestra personalidad, nuestro ego.
Nuestra alma queda sumergida y nuestro ego toma control de nuestras vidas. El alma todavía está en nosotros, pero bastante relegada yaflora muy poco.
Quizás la sentimos un poco a lo lejos cuando oramos, cuando estamos en un paisaje natural hermoso o cuando vemos un acto de amor al prójimo que nos conmueve. Pero sería extraordinario quenuestra alma estuviera más aflorada en el trabajo. Cuántas energías perdidas, insatisfacciones, conflictos y pérdidas de dinero se dan en la empresa porque el ego es el que está presente y no elalma. Pero, ¿podemos traer el alma al trabajo? Y ¿cómo podemos lograrlo de forma práctica? ¿Cómo traer el alma en la oficina, donde tenemos que preocuparnos por objetivos acuciantes y soportamos nivelesaltos de estrés ante los retos?
El sol siempre está en el cielo brillando. Por más que existan nubes y que el cielo se oscurezca, el sol siempre sigue brillando. Cuando por mucho tiempo no vemos elsol por la nubosidad, hasta olvidamos de lo delicioso que era un día soleado.
Lo mismo le ocurre al ser humano. El alma es como el sol que siempre está con nosotros iluminando e irradiando rayos de...
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