Temas Variados
Maravilla multicolor de todas las camisas, colores encendidos por el sudor del alma, mientras avanzabasoloentre un mar de parejas. Hubo alguno que lo pisó,pero casi todos se abrían, así de alto y firme y claro
era su propósito, y fue haciéndose a mayor velocidad,ganando cercanía, Moisés partiendo en dos las aguas,borrosos trazos de caras sedientos de aguardiente de lacaña dulce, de beso robado por culpa de la descarga,alcahuetiado y luego concedido con dulzura doble,porque con esta música es que lagente se para,zambumbia, espíritus agitados de todas las razas: la
china, la india, la castellana, la gloriosa negramenta,
¿dónde está lo mío? Chorro de humo, agresión de todos
los cuerpos, borrachera de tumbadora, un solo júbilo
inmenso, y él avanzaba, me siento de ti más cerca,
quisiera que lo supieras y ya pelaba los ojos, juntaba,
azotaba las manos, veía por primera vez las caras delagotamiento feliz que produce rendir fuerzas y alegría
ante un viento que cambia, una melodía trunca y otra
que la reemplaza, un borbotón de gracias, ¿algo de
sangre? Seguro: un paso volte-reto abrupto y hasta
costillas quebradas, iluminación total, pide ritmo,
toma impulso y después brinca y agradece el sabor que
te están dando, que yo le voigo y ni tingo parango,
como persona decente. Lo ayudóel arroyo bueno del
piano, le dio impulso y delgadez a su cuerpo y así
podía escurrirse, avanzar mucho más rápido, oye que yo
tengo un santo y es con Richie namá, pon cuidado que
una voz siempre me dice, con la tracamanada de cueros
fue avanzar en saltos, las parejas lo tomarían por un
bailador loco, agitado más por la fiebre que por del
ritmo. Entonces allá delante el maestro supremo diola
señal del fin, y Rubén dio el último salto en blanco
que sonó poooooooooon cuando paró la música. Qué bruto,
a todas partes miró ubicándose asombrado, el raspar de
las parejas que abandonaban pista, necesitadas del
descanso, las risas de las pocas muchachas que lo
miraban. Pero ante él se extendían, milagrosamente, 20
metros de puro espacio libre, y Bobby Cruz lo miró y él
abrió la boca,y Cubero quedado quieto si Bobby Cruz no
le hubiera desplegado claras señales de invitación, de que siguiera avanzando, de que corriera. Y él obedeció
como el chiflado que en ese momento era, es decir,
obedeció tarde, pues la nueva tumbazón y la nueva marea
lo cogieron en mitad de camino. Era que había dudado,
era que estaba de reserva en los reflejos, se maldijo,
pero quebró embates,...
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