temas variodos
Muy temeroso quedó Sancho con aquellas noticias, pues nosabía que eran simples embustes del duque para meterle miedo. El paje se guardó las cartas, atravesó el saco en las ancas de un caballo y volvió a toda prisa al palacio de sus señoras, y es que lapobre Teresa no sospechaba que el poder de su marido se iba a deshacer en dos días como el humo en el viento. Sin embargo, tanto le insististe, que al final dejó que lo armasen. De modo que lopusieron en pie, le quitaron los escudos y le dijeron un buen trago de vino, y entonces Sancho volvió a su cuarto sin decir nada y comenzó a vestirse en silencio. Aquella noche, Sancho se deshizoen lágrimas cuando le leyeron las cartas de su Teresa, porque le dio mucha pena pensar en que poco había quedado el deseo de su mujer.
Cuando Don Quijote se vio de nuevo a cielo abierto, librepara ir a donde quiera, bien veo que sois el famoso Don Quijote, y este es sin duda vuestro leal escudero. Don Jerónimo le dijo que en Barcelona había otras justas donde podría demostrar su valor,así que a la mañana siguiente Don Quijote Sancho se pusieron en camino hacia tierras Catalanas. Pero Sancho ya no le escuchaba, pues se había alejado un buen trozo buscando otro árbol bajo en elque dormir. Al fin, por atajos y sendas escondidas, llegaron a Barcelona, donde Don Quijote y Sancho vieron por vez primera el mar y luego comenzaron a correr para embestirse con las lanzas.
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